Lionel Messi se va porque le pagan más. Se va porque el Barcelona no le puede pagar más. Se va porque no quiere al Barça, como el Barça le ha querido a él.
Después de tener al peor presidente de la historia, el Barça y sus dirigentes, ¿realmente han entendido lo que está pasando?
Se ha de ser muy perdedor, cobrar lo que uno cobra, poder ganar La Liga y salir como si se estuviera de excursión mientras el Levante va marcando goles.
El Atlético hizo el mejor partido que se le recuerda contra los de la ciudad condal y los tres centrales y otros inventos de Koeman, no ayudaron.
El Barça ahora mismo es una locomotora que solo quiere ganar. Le da igual, las lesiones, la Superliga o Messi si se va, porque lo único que desea es conseguir La Liga.
Florentino se puso a bailar en la escalera del Bronx compartiendo coreografía con el Joker, moviéndose sin importarle que el terremoto que estaba provocando.
A pesar de Bartomeu, volvió a reinar Messi, el acabado, el zombie, el medio muerto, el que se esconde, el mejor del mundo.
La gacela francesa que corre sin parar y con cada vez menos miedo, chuto con poca fe, pero mucha suerte y le dio alas a un Barcelona que no podía creer que La Liga se le fuera.
La Liga se acerca. El Atlético nunca fue fiable y no se lo cree. Tiene miedo a ganar y el depredador huele el temor. La Liga que ganó fue porque le anularon un gol legal a Messi.
A nadie le gusta perder, pero caer así es mejor que hacer el ridículo como sucedió en Roma, Liverpool, Juventus y Bayern.
Desde Roma, que al Barça le comen el hígado en la Champions. Cada año saben que va a llegar el dolor y la vergüenza.
Y al final era simplemente eso: luchar hasta el final como un equipo. Pero como equipo, no solo con Messi.
Me parece poco. Gracias a Messi, se han generado decenas de miles de trabajos y gracias a su fundación ha ayudado a miles de niños.
Una Nueva Esperanza cuenta como un jovencísimo Skywalker en un planeta medio olvidado de la galaxia, como Riqui con el Barça.
Ya era hora que ayer el futbol volviera, solo nos faltabas tú, querido lector/a, en el campo, pero pronto volveremos.
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