Prometeo

Cada noche a Prometeo, Zeus le enviaba un águila en el monte donde estaba atado, para que le comiera el hígado como castigo por haber robado el fuego a los dioses y cada mañana le volvía a crecer.

Desde Roma, que al Barça le comen el hígado en la Champions. Cada año saben que va a llegar el dolor y la vergüenza, sin embargo no contratan a un psicólogo y los fichajes no pueden hacer más porque no saben cuando llegan a estos lodos.

No voy a culpar a Pedri, no me atrevería decirle a un chaval de dieciocho años que no ha podido ganar al vendaval francés. Yo a su edad me habría quedado encerrado en el baño del vestidor llorando y con ataques de pánico.

El que no ha aparecido ha sido Griezmann, pero no creo que nadie se sorprenda. Con Messi su creatividad empieza y acaba cuando mueve el balón a su izquierda, espera que Alba suba, la centre y a ver qué pasa. Como los últimos ocho años. Cuando estaba Alves hacía lo mismo en la banda derecha.

Sinceramente, hoy no se ha podido porque no había material. Es duro, es triste, pero es verdad. En otros partidos como contra el Liverpool el caos fue terrible, pero contra el PSG no había nada que hacer en temas estratégicos, tácticos y físicos.

Y esta paliza en el hígado como a Prometeo era de esperar y las apuestas no eran si el Barça perdería o no, sino de cuánto.

Europa pone a cada uno en su sitio y hace tiempo que los equipos españoles no pintan nada. Dejaron de hacerlo desde que pararon de llegar los miles de millones que les regaló Mediapro por sus derechos individuales. Lo que pasa es que no han invertido sino que lo han malgastado.

Tardaremos a ver al Barcelona o al Madrid en una final de Champions, lo que sí veremos es el águila de Zeus acercándose cada noche no, pero sí cada año, por estas fechas para comerse el hígado durante las noches de Champions.