Una nueva esperanza
Fue en 1977 cuando comenzó una saga que desde entonces millones de personas hemos seguido. Se llamó Star Wars.
Con el tiempo, los genios de Marvel crearon una política de marketing genial ya que pusieron a Star Wars como la marca madre y a la primera película se le comenzó a denominar: Una nueva esperanza.
En pocos segundos, no necesitó hacer ningún curso en Stanford de liderazgo, como tampoco lo hicieron Alejandro Magno, Trajano o Baresi.
Riqui Puig es así, un líder nato.
Una Nueva Esperanza cuenta como un jovencísimo Skywalker en un planeta medio olvidado de la galaxia, se erige en el estandarte revolucionario de los rebeldes, como Riqui con el Barça.
No importa la edad, ni la experiencia, ni el conocimiento porque o eres un líder o no lo eres.
En las imágenes de Koeman nombrando a los que iban a chutar los penaltis se puede disfrutar a Riqui como asiente con la cabeza vivamente afirmando que :”claro que yo chuto el quinto”.
Eso lo hace un líder y como les decía da igual lo alto o bajo que seas, lo gordo o flaco, el color de tu piel, tu religión o cualquier otro atributo que tengas o no.
Cuando uno ve un líder tiene que dejarlo volar, tiene que darle oportunidades para que le enseñe, no para que aprenda sino para que enseñe. Esta gente, como Riqui, están contados con los dedos de la mano.
Puyol fue el último líder y antes de él podríamos haber encontrado a Urruti o Maradona, pero ni Guardiola fue líder en el campo. En cambio, sí lo fue como entrenador.
La rueda de prensa posterior diciendo que “yo soy un chaval optimista, que tengo mucha suerte, que aprovecharé los minutos de Koeman y que jamás tiraré la toalla” le hacen subir a otro nivel de humildad y es el ejemplo inspirador de niños malcriados que lo tienen todo y que no le dan valor a la suerte que tienen.
Riqui en un minuto demostró su liderazgo más que Piqué y Messi en una carrera entera.
Y cuidado, que seas líder no significa que seas mejor jugador que estos dos que he nombrado, por ejemplo, sino que cuando las cosas van mal, cuando es de noche, llueve y hace mal tiempo, cuando entra el miedo y la desesperación es cuando los líderes aparecen y es cuando las personas les buscan para que les guíen, y ese, es Riqui.
Lo que pasa es que al tozudo holandés de entrenador no le da la gana de darle los galones que se merece.
Un amigo me dijo hace años “una empresa como mucho puede reconocer tu liderazgo, pero no puede hacerte líder”. Lo mismo que le pasa a Riqui. Qué razón tenías Manuel.