Messi, el resurgir
Es que el Messi que vemos no es ni el 25% de lo que fue. La mediocridad le rodea, comenzando en el banquillo, sin embargo, él sigue dando recitales.
Es que el Messi que vemos no es ni el 25% de lo que fue, pero aun así es de los mejores del mundo y seguro que es el héroe del Barça.
La mediocridad le rodea, comenzando en el banquillo, sin embargo, él sigue dando recitales que los que son niños ahora, en veinte años nos preguntarán “¿Y veíais a Messi en directo? ¿Los goles y el arte que puso en el campo, lo pudisteis gozar?”
Y diremos que sí, que lo vimos y no nos acordaremos del partido contra el Elche, un equipo que ha pasado con más pena que gloria y que hace muchos años que no mete un gol al Barça en partido oficial.
Lo único que vale la pena de este encuentro ha sido disfrutar de cómo Messi ha parado el tiempo delante del portero. Qué maravilla. Qué esperpento que diría Max Estrella.
Lo ha metido con una mezcla de insolencia inocente y concentración de matador mientras era rodeado por rivales que le perseguían y no le podían detener.
Ese segundo en el que ha dado un paso de más porque aunque él y todos sabíamos que podía haber chutado, ha preferido que se congelase el espacio durante ese segundo y contuviésemos el aire pasmados antes de gritar gol y enviar mensajes de texto a nuestros amigos.
Por lo demás, nada que contar. Colores de grises y sombras que hacen creer que el Barça no se despide de la Liga aún y que el sábado contra el Sevilla se sabrá si hay un resoplido más o si se acabó la temporada.