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Al final, solo era dinero

Estados UnidosActualizado a

Podemos vestirlo de los colores que queramos. Crear y vivir épicas victorias y derrotas. Le podemos añadir camisetas de rayas, lisas o blancas y azulgranas que el final no es el que queríamos ni creíamos.

Podemos escribir artículos contentos y enfadados. Recordar que el Barcelona, por tanto, sus socios, le invitaron a venir desde Argentina con doce años y se le pagaron todo. Fue por eso que vino, porque nadie apostó por él, solo ese club de camiseta de dos colores.

Después metió centenares de goles y llevó al Barça a la mejor época de su historia. Los socios de ese club de Barcelona le pagaron centenares de millones de dólares, pero no se quedaba por amor y agradecimiento, sino porque éramos los que le pagábamos más.

Hablaba una o dos veces al año a los periodistas de la ciudad de los socios que le pagaban y que votaban a los presidentes que le alargaban los contratos cada vez con más y más dinero. Era más feliz con Argentina, donde le querían menos y le exigían más.

Cada año o cada dos años se le pagaba más porque él, como el mejor futbolista de la historia, seguía deleitando al mundo con sus regates y goles. Cierto es, que hace seis años que no ganaba la Champions, pero se le perdonaba todo. Ese amor incondicional de los socios del Barcelona que aman demasiado.

Y ahora, ahora que el Barça está en el peor momento de la historia porque Bartomeu lo arruinó, ahora que querríamos creer que el argentino sería como Del Piero o Buffon que se quedaron en la Serie B con la Juve cuando sucedió lo del Calciopolli. Ahora se va y con él, el último rasgo de romanticismo entre un club y un jugador.

Se va porque le pagan más. Se va porque el Barcelona no le puede pagar más. Se va porque no quiere al Barça, como el Barça le ha querido a él. Se va porque no quiere bajarse el sueldo.

Se va porque supongo que al yo no ser millonario, debe importar mucho ganar diez o quince millones más al año cuando ya tienes 1.000. Intuyo que pasar de 1.000 a 1.010 millones debe valer la pena no ser agradecido.

Sí, al final era por dinero, porque ahora que el Barça le necesita se va.

A Ronaldo nunca le quisieron en el Madrid mientras él, era lo único que pedía y que sigue suplicando: amor.

Nosotros quisimos demasiado al mejor de la historia, y él, no nos quiso tanto. Deseándole lo mejor, esperamos que se compre muchos hoteles en Miami.

Con ganas de verle en el Camp Nou para aplaudirle antes del partido y ganarle porque lo que queda siempre, es el Barça.