Los veteranos errantes
¿Qué revolución se va a hará si no hay banquillo? ¿A quién quitar si firmaron contratos eternos? Es falta de estrategia y creer que la playera gana partidos
No se ha demostrado ni intensidad ni orgullo. En otra dimensión de un pasado cercano y después de la vergüenza del PSG hubieran salido a dejarse el alma y meter muchos goles y kilómetros. ¡Qué fácil es correr y comerse el mundo cuando la vida va de cara!
Por su parte, Piqué quiere descubrir que el liderazgo se hace gritando y, desesperado en el último minuto, subir al área rival a ver si pesca algún cabezazo. No, eso no es liderazgo, eso es histeria de remediar con parches un mal congénito que se lleva arrastrando desde Roma. La falta de estrategia y creer que la camiseta gana partidos y trofeos.
Ocho jugadores de once son los que salieron en Lisboa donde el Bayern humilló al Barça históricamente y que nunca olvidaremos. Y aun así, ocho de once estaban contra el Cádiz.
Se intenta mecer una pelota desconsolada que va de pie a pie y que nadie quiere encarar por medio a represalias, a miradas furtivas de Messi si no se la pasan o a quedar marcado frente a una banda de seguidores decepcionados y ofendidos con la situación, que esperan que algún jugador erre para poder saltarle a la yugular y destripar su carrera.
De Jong no está en los últimos partidos, se ha ido y ya no llega desde la segunda linera y, aunque la gente lo ve, Koeman sigue quitando al genio de Pedri sin razón alguna.
¿Qué revolución se va a hacer si no hay banquillo? ¿A quién se va a quitar si firmaron contratos eternos?
Y por último, ¿tan descabellado hubiera podido parecer poner a la mitad del equipo nuevo y que no hubiera sucumbido contra los franceses para dar un aire fresco e intentar crear algo diferente? Pues sí, para el entrenador hubiera sido muy loco y así se acabó, volviendo a hacer el ridículo.