Así los veo: previa NFL 2017 de Los Angeles Rams
Tengo tres preguntas ¿Por qué empezó Jeff Fisher la temporada 2016 como entrenador? ¿Por qué eligieron a Jared Goff como número 1 del draft? ¿Por qué sigue Les Snead como general manager? Y a partir der ahí, podría dejar el resto del artículo en banco a la espera de que aparezca Edipo y evite que se me coma la Esfinge.
Con ese panorama, la franquicia ha decidido dejar el equipo en manos de Sean McVay, un jovencito de 30 años convertido en el entrenador más joven de la historia moderna de la NFL. Un especialista en tight ends que se ha ganado su prestigio consiguiendo que el ataque de los Redskins haya movido el balón con una facilidad pasmosa en las últimas tres temporadas. Aunque, entre nosotros, no creo que sea lo mismo mover un ataque con Cousins, por muchas dudas que despierte, que con Jared Goff, por mucha esperanza que se tenga en su progresión.
Un año para evaluar a Jared Goff
Jared Goff fue el quarterback titular de los Rams en los siete últimos partidos del equipo. Los siete acabaron en derrota. Pero eso no es lo importante. Lo realmente grave es que en casi todos transmitió la sensación de que todo le quedaba grande. Desde el traje hasta el trabajo. Como suele pasar cada año, en pretemporada nos han querido vender que parece un hombre nuevo, que ha ganado envergadura y confianza y que nos vamos a sorprender con su nueva cara. No es que sea desconfiado, y siempre cabe la posibilidad de que resucite de entre los muertos, pero permitidme que manifieste una profunda incredulidad. Dudo mucho que Goff pueda pasar de cero a cien en nueve meses.
En una agencia libre movidita y un draft para olvidar, el nuevo staff técnico ha intentado edificar un equipo nuevo en tiempo récord… fichando titulares de más de 30 años. Más que la reconstrucción de una plantilla, parece la fabricación del decorado de la consulta de un psiquiatra para una película de Hollywood, con diván y todo. La inversión al completo parece dedicada, fundamentalmente, a rodear a Goff de armas y protección para que pueda trabajar a gusto. Líneas ofensivos y receptores. Lo que haga falta para evaluar a Goff con microscopio, y para poder decidir a final de año si merece o no la pena dedicar un minuto más de esfuerzo en convertirle en un quarterback como Dios manda.
Sammy Watkins llegó a última hora como salvador
Los Rams han elegido un tight end en 2ª ronda (Gerald Everett), receptores en 3ª y 4ª (Cooper Kupp y Josh Reynolds), han fichado a Robert Woods en la agencia libre, pero han dejado marchar a Kenny Britt, Brian Quick y Lance Kendricks, sus dos mejores receptores y su tight end en 2016. Solo Tavon Austin sigue en el equipo de entre los receptores con algo de peso en la pasada temporada. La situación parecía desesperada, y más pensando en que para examinar el auténtico valor de Goff necesitaban un grupo de receptores con algo de potencia. El equipo dio la vuelta a la tortilla a mediados de agosto fichando a Sammy Watkins a cambio de una segunda ronda del draft y el cornerback E.J. Gaines. Si Watkins consigue mantenerse sano es un grandísimo receptor número 1, que además está acostumbrado a recibir melones procedentes de quarterbacks mediocres. Un tipo ideal para sacar las castañas del fuego salga por donde salga Goff.
En teoría, el backfield debería ser mucho mejor si Todd Gurley vuelve a jugar como en 2015. Pero como se parezca al de 2016… Pasó en un año de sumar 1106 yardas en 229 carreras con 4,8 por intento a 885 en 278 carreras con 3,2 yardas. Es como si hubiera sido un tipo distinto. El hermano gemelo malo mientras el bueno se tomaba un año sabático. Detrás de él no hay casi nada. Malcolm Brown y Lance Dunlap sumaron en 2016 la friolera de 70 yardas con menos de tres yardas por intento. Gurley ha prometido que este año volverá a aparecer su mejor versión, pero este tipo de garantías casi siempre acaban en drama. Y más en un equipo que fue el peor de toda la NFL tanto en yardas de carrera como en yardas de pase. Según voy escribiendo cada vez entiendo más que los Jets estén vendiendo hasta los asientos del estadio para intentar auparse al número 1 del draft. Hacer ‘tanking’ frente a los Rams es tan difícil, como posible que en 2017 haya dos equipos en la NFL que terminen la temporada con cero victorias.
Un puzzle en la línea ofensiva
La línea ofensiva fue el año pasado un desastre. Permitieron 49 sacks y estuvieron negados contra la carrera. El nuevo entrenador de OL, Aaron Kromer pretende dedicar toda la offseason a evaluar lo que hay para recolocar a cada jugador en una posición en la que pueda rendir mejor. Para empezar, no querían volver a ver ni en pintura en el tackle izquierdo a Greg Robinson, 1ª ronda de 2014 al que le falta aplaudir a los defensive ends cuando pasan a su lado y por eso le traspasaron a Detroit. Han fichado a Andrew Whitworth para que le sustituya a sus 35 años. Pretenden pasar a Rob Havenstein del tackle al guard derecho, sentar a Wichman como sexto hombre y probar a Jamon Brown en el tackle derecho. En principio, Rodger Saffold, seguirá como guard izquierdo y para el center han fichado a John Sullivan, que sin duda mejorará a Tim Barnes. Pero todo lo que os he contado puede sufrir infinidad de cambios hasta que empiece la temporada. La idea es ponerlo todo patas arriba.
Un front seven de fantasía
Wade Phillips es uno de los grandes gurús defensivos de los últimos tiempos y tiene por delante una labor complicada. Tiene que conseguir que la defensa vuelva a ser la que sostenga el equipo un año más añadiendo un más difícil todavía, transformar la tradicional 4-3 de los Rams en una 3-4 híbrida en la que todo el front seven tenga muchísima libertad de movimientos. Con esa idea, la línea de tres estará formada por Aaron Donald, Michael Brockers y Ethan Westbrooks… siempre y cuando Donald regrese al equipo en su ‘holdout’ por un nuevo contrato. Los tres son versátiles y tienen mucho talento. Sobre todo Aaron Donald, uno de los mejores defensas de la NFL actual. Mark Barron y Alec Ogletree serán los linebackers interiores mientras Robert Quinn y el recién fichado Connor Barwin serán los edges. En total, formarán un front seven temible con cinco jugadores elegidos en primera ronda del draft y uno elegido en segunda. Lo mejor del grupo es que casi todos son jugadores polifacéticos, muy intuitivos y capaces de hacer muchas cosas diferentes con éxito. En manos de Wade Phillips verlos jugar puede ser todo un espectáculo. Será complicado que impidan un mal récord del equipo, pero pueden poner los cimientos de un front seven para la historia.
En secundaria, los Rams consiguieron salvar los muebles haciendo al cornerback Trumaine Johnson jugador franquicia, pero no pudieron impedir que T.J. McDonald, su strong, se marchara a Miami. Compensaron esa baja eligiendo a John Johnson en 3ª ronda del draft, pero todo apunta a que Mo Alexander moverá su posición de free a strong safety y Lamarcus Joyner dejará de tener un papel de comodín indefinido para ocupar la posición de free. Ninguno de los dos son estrellas, pero podrían ser buenos peones en manos de Phillips. E.J. Gaines, que parecía iba a ser el segundo cornerback, ha sido tras pasado a los Bills y aunque han fichado a Nickell Robey-Coleman parecen haber quedado bastante cortos de efectivos en la posición. Salvo Trumaine Johnson, es una secundaria poco brillante que dependerá mucho de la presión que puedan poner delante a los quarterbacks para sobrevivir.
Visto lo visto, los Rams tienen un increíble front seven y todo lo demás es francamente mejorable. Tras el despido de Fisher, y la llegada de Sean McVay, tienen tiempo por delante para hacer una reconstrucción consistente, pero da la impresión de que necesitarán un par de agencias libres más para empezar a ser competitivos. Y este año aspirarán sin duda alguna a la primera elección del draft de 2018.
Mi pronóstico
Miro el calendario de los Rams y me parece que sería sencillísimo para cualquier equipo competitivo. Pero no creo que los Rams sean un equipo competitivo. De hecho, creo sinceramente que nadie se debería extrañar si no consiguen ninguna victoria en todo el año.Con muchísima suerte podrían conseguir un máximo de cinco victorias que serían para ellos casi como hacer una temporada perfecta. El pick 1 del draft 2018 se ve en el horizonte… si se dejan los Jets.
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Tengo tres preguntas ¿Por qué empezó Jeff Fisher la temporada 2016 como entrenador? ¿Por qué eligieron a Jared Goff como número 1 del draft? ¿Por qué sigue Les Snead como general manager? Y a partir der ahí, podría dejar el resto del artículo en banco a la espera de que aparezca Edipo y evite que se me coma la Esfinge.
Con ese panorama, la franquicia ha decidido dejar el equipo en manos de Sean McVay, un jovencito de 30 años convertido en el entrenador más joven de la historia moderna de la NFL. Un especialista en tight ends que se ha ganado su prestigio consiguiendo que el ataque de los Redskins haya movido el balón con una facilidad pasmosa en las últimas tres temporadas. Aunque, entre nosotros, no creo que sea lo mismo mover un ataque con Cousins, por muchas dudas que despierte, que con Jared Goff, por mucha esperanza que se tenga en su progresión.
Un año para evaluar a Jared Goff
Jared Goff fue el quarterback titular de los Rams en los siete últimos partidos del equipo. Los siete acabaron en derrota. Pero eso no es lo importante. Lo realmente grave es que en casi todos transmitió la sensación de que todo le quedaba grande. Desde el traje hasta el trabajo. Como suele pasar cada año, en pretemporada nos han querido vender que parece un hombre nuevo, que ha ganado envergadura y confianza y que nos vamos a sorprender con su nueva cara. No es que sea desconfiado, y siempre cabe la posibilidad de que resucite de entre los muertos, pero permitidme que manifieste una profunda incredulidad. Dudo mucho que Goff pueda pasar de cero a cien en nueve meses.
En una agencia libre movidita y un draft para olvidar, el nuevo staff técnico ha intentado edificar un equipo nuevo en tiempo récord… fichando titulares de más de 30 años. Más que la reconstrucción de una plantilla, parece la fabricación del decorado de la consulta de un psiquiatra para una película de Hollywood, con diván y todo. La inversión al completo parece dedicada, fundamentalmente, a rodear a Goff de armas y protección para que pueda trabajar a gusto. Líneas ofensivos y receptores. Lo que haga falta para evaluar a Goff con microscopio, y para poder decidir a final de año si merece o no la pena dedicar un minuto más de esfuerzo en convertirle en un quarterback como Dios manda.
Sammy Watkins llegó a última hora como salvador
Los Rams han elegido un tight end en 2ª ronda (Gerald Everett), receptores en 3ª y 4ª (Cooper Kupp y Josh Reynolds), han fichado a Robert Woods en la agencia libre, pero han dejado marchar a Kenny Britt, Brian Quick y Lance Kendricks, sus dos mejores receptores y su tight end en 2016. Solo Tavon Austin sigue en el equipo de entre los receptores con algo de peso en la pasada temporada. La situación parecía desesperada, y más pensando en que para examinar el auténtico valor de Goff necesitaban un grupo de receptores con algo de potencia. El equipo dio la vuelta a la tortilla a mediados de agosto fichando a Sammy Watkins a cambio de una segunda ronda del draft y el cornerback E.J. Gaines. Si Watkins consigue mantenerse sano es un grandísimo receptor número 1, que además está acostumbrado a recibir melones procedentes de quarterbacks mediocres. Un tipo ideal para sacar las castañas del fuego salga por donde salga Goff.
En teoría, el backfield debería ser mucho mejor si Todd Gurley vuelve a jugar como en 2015. Pero como se parezca al de 2016… Pasó en un año de sumar 1106 yardas en 229 carreras con 4,8 por intento a 885 en 278 carreras con 3,2 yardas. Es como si hubiera sido un tipo distinto. El hermano gemelo malo mientras el bueno se tomaba un año sabático. Detrás de él no hay casi nada. Malcolm Brown y Lance Dunlap sumaron en 2016 la friolera de 70 yardas con menos de tres yardas por intento. Gurley ha prometido que este año volverá a aparecer su mejor versión, pero este tipo de garantías casi siempre acaban en drama. Y más en un equipo que fue el peor de toda la NFL tanto en yardas de carrera como en yardas de pase. Según voy escribiendo cada vez entiendo más que los Jets estén vendiendo hasta los asientos del estadio para intentar auparse al número 1 del draft. Hacer ‘tanking’ frente a los Rams es tan difícil, como posible que en 2017 haya dos equipos en la NFL que terminen la temporada con cero victorias.
Un puzzle en la línea ofensiva
La línea ofensiva fue el año pasado un desastre. Permitieron 49 sacks y estuvieron negados contra la carrera. El nuevo entrenador de OL, Aaron Kromer pretende dedicar toda la offseason a evaluar lo que hay para recolocar a cada jugador en una posición en la que pueda rendir mejor. Para empezar, no querían volver a ver ni en pintura en el tackle izquierdo a Greg Robinson, 1ª ronda de 2014 al que le falta aplaudir a los defensive ends cuando pasan a su lado y por eso le traspasaron a Detroit. Han fichado a Andrew Whitworth para que le sustituya a sus 35 años. Pretenden pasar a Rob Havenstein del tackle al guard derecho, sentar a Wichman como sexto hombre y probar a Jamon Brown en el tackle derecho. En principio, Rodger Saffold, seguirá como guard izquierdo y para el center han fichado a John Sullivan, que sin duda mejorará a Tim Barnes. Pero todo lo que os he contado puede sufrir infinidad de cambios hasta que empiece la temporada. La idea es ponerlo todo patas arriba.
Un front seven de fantasía
Wade Phillips es uno de los grandes gurús defensivos de los últimos tiempos y tiene por delante una labor complicada. Tiene que conseguir que la defensa vuelva a ser la que sostenga el equipo un año más añadiendo un más difícil todavía, transformar la tradicional 4-3 de los Rams en una 3-4 híbrida en la que todo el front seven tenga muchísima libertad de movimientos. Con esa idea, la línea de tres estará formada por Aaron Donald, Michael Brockers y Ethan Westbrooks… siempre y cuando Donald regrese al equipo en su ‘holdout’ por un nuevo contrato. Los tres son versátiles y tienen mucho talento. Sobre todo Aaron Donald, uno de los mejores defensas de la NFL actual. Mark Barron y Alec Ogletree serán los linebackers interiores mientras Robert Quinn y el recién fichado Connor Barwin serán los edges. En total, formarán un front seven temible con cinco jugadores elegidos en primera ronda del draft y uno elegido en segunda. Lo mejor del grupo es que casi todos son jugadores polifacéticos, muy intuitivos y capaces de hacer muchas cosas diferentes con éxito. En manos de Wade Phillips verlos jugar puede ser todo un espectáculo. Será complicado que impidan un mal récord del equipo, pero pueden poner los cimientos de un front seven para la historia.
En secundaria, los Rams consiguieron salvar los muebles haciendo al cornerback Trumaine Johnson jugador franquicia, pero no pudieron impedir que T.J. McDonald, su strong, se marchara a Miami. Compensaron esa baja eligiendo a John Johnson en 3ª ronda del draft, pero todo apunta a que Mo Alexander moverá su posición de free a strong safety y Lamarcus Joyner dejará de tener un papel de comodín indefinido para ocupar la posición de free. Ninguno de los dos son estrellas, pero podrían ser buenos peones en manos de Phillips. E.J. Gaines, que parecía iba a ser el segundo cornerback, ha sido tras pasado a los Bills y aunque han fichado a Nickell Robey-Coleman parecen haber quedado bastante cortos de efectivos en la posición. Salvo Trumaine Johnson, es una secundaria poco brillante que dependerá mucho de la presión que puedan poner delante a los quarterbacks para sobrevivir.
Visto lo visto, los Rams tienen un increíble front seven y todo lo demás es francamente mejorable. Tras el despido de Fisher, y la llegada de Sean McVay, tienen tiempo por delante para hacer una reconstrucción consistente, pero da la impresión de que necesitarán un par de agencias libres más para empezar a ser competitivos. Y este año aspirarán sin duda alguna a la primera elección del draft de 2018.
Mi pronóstico
Miro el calendario de los Rams y me parece que sería sencillísimo para cualquier equipo competitivo. Pero no creo que los Rams sean un equipo competitivo. De hecho, creo sinceramente que nadie se debería extrañar si no consiguen ninguna victoria en todo el año.Con muchísima suerte podrían conseguir un máximo de cinco victorias que serían para ellos casi como hacer una temporada perfecta. El pick 1 del draft 2018 se ve en el horizonte… si se dejan los Jets.