Dan Quinn se ha centrado en construir una defensa potente en previsión de que la marcha de Shanahan pueda afectar al rendimiento de su potentísimo ataque.
Los Panthers parecen cogidos por alfileres en varias posiciones clave y dependerán de que todo se les ponga de cara y de que Cam Newton recupere el nivel de 2015.
Los Saints son todos los años mucho mejor equipo que el récord con el que acaban la temporada. Quizá haya que empezar a pensar que el problema sea Sean Payton.
Los Buccaneers han conseguido receptores de sobra, y han invertido en secundaria, para regresar a los playoffs después de nueve años de reconstrucción y sequía.
Los Bears tienen un equipo mejor de lo que parece, un entrenador de vuelta de todo y una reconstrucción pendiente de la irrupción de su quarterback franquicia, Mitch Trubisky.
Un buen draft puede solucionar los agujeros con estrellas jóvenes, pero no está claro que este año adquieran suficiente madurez para dejar de depender tanto de San Aaron Rodgers.
La irrupción de Dak Prescott y Ezekiel Elliott como quarterback y corredor titulares en su año de rookie, dio una nueva dimensión a un equipo que debería seguir por esa misma senda.
Los Redskins han hecho una gran inversión en defensa aunque, aparentemente, su ataque podría volver a sumar muchísimas yardas, pero menos puntos de los debidos.
Los Giants seguirán teniendo una defensa dominante pero dependerán de Eli Manning para tener el ataque consistente que nunca apareció durante la pasada temporada.
Los Chargers han hecho un draft magnífico y recuperarán a muchos jóvenes lesionados para aspirar a convertirse en uno de los equipos trampa de la temporada 2017.
El año pasado irrumpieron como uno de los grandes de la conferencia americana, pero la lesión de Derek Carr, su quarterback, dejó al desnudo las costuras del proyecto.
Los Chiefs llevan siendo un equipo sólido y competitivo desde la llegada de Andy Reid, pero habían tocado techo y apuestan por el quarterback Patrick Mahomes como su gran revulsivo.
Los Titans han invertido con contundencia en mejorar su juego de pase y su secundaria, sus dos puntos débiles en una temporada 2016 que terminaron con récord 9-7.
La plantilla de Jacksonville vuelve a ser monstruosa, ahora está Coughlin como mandamás para poner orden y Marrone ya ha demostrado antes que sabe gestionar buenos equipos.
La elección de Deshaun Watson en primera ronda del draft parece una medida desesperada para intentar salvar un proyecto ambicioso lastrado por la falta de quarterback.
Con un front seven que empieza a dar miedo y una línea ofensiva reconstruida, dependen del rendimiento de su quarterback Kessler para convertirse en un duro rival.
Los Steelers llegan tres años desplegando un ataque casi imparable, pero la defensa no consigue encontrar el protagonismo y la autoridad necesarios para aspirar al anillo.
En cuatro primeras elecciones magníficas, los Bengals pueden haber resuelto gran parte de sus problemas tanto en ataque como en defensa, aunque siguen las dudas con su OL.
Con Flacco perdiendo galones, un backfield sospechoso, una línea ofensiva, un front seven y una secundaria completamente reconstruidas, les espera un año difícil.
Después de leer muchos puntos de vista durante semanas, sigo convencido de que nadie ficha a Kaepernick porque nadie lo considera suficientemente bueno.
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