Cowboys, a demostrar que sí son contendientes en la NFL
Los Green Bay Packers han ganado siete de los últimos ocho contra Dallas y están 3-0 en el AT&T Stadium.
Una semana después de perder lo invicto ante un equipo sin su quarterback titular y que no anotó un touchdown, los Dallas Cowboys (3-1) tratarán de demostrar que sí son contendientes en la Conferencia Nacional cuando enfrenten a su némesis.
Los Green Bay Packers (3-1) han ganado siete de los últimos ocho contra Dallas y están 3-0 en el AT&T Stadium.
El único triunfo de los Cowboys en esa dominante racha de Green Bay fue en 2016, cuando Dak Prescott y Ezekiel Elliott eran novatos.
Ni Prescott, ni “Zeke” fueron factores el domingo, cuando Dallas cayó 12-10 en New Orleans, que jugó su segundo partido sin Drew Brees y ganó una batalla defensiva definida por cuatro goles de campo de Wil Lutz.
“No hay derrotas ‘de confianza’, te lo aseguro”, dijo Prescott. “Hay muchas cosas que tomaremos de esto, aprenderemos y seremos un mejor equipo gracias a eso”.
Era el partido que muchos esperaban para saber si los Cowboys son o no legítimos contendientes en la NFC, tras aparatosos triunfos sobre Giants, Miami y Washington, equipos que se combinan para un récord de 2-10.
Prescott pasó para 223 yardas, sin touchdown y una intercepción. Aunque anotó el único touchdown del juego, Elliott apenas generó 35 yardas por tierra, en uno de los partidos más pobres de su carrera.
El coordinador ofensivo Kellen Moore ha hecho un buen trabajo, con un plan de juego menos predecible al que Dallas nos tenía acostumbrados, pero para que siga funcionando los Cowboys necesitan correr mejor el balón (45 yardas contra los Saints).
La defensa de Green Bay es una de las peores de la NFL contra la carrera al aceptar un promedio de 142.3 yardas por partido.
Elliott promedia 133 yardas en tres enfrentamientos con los Packers, incluidas 157 en 2016.
Y luego está Aaron Rodgers. El prolífico quarterback de Green Bay está 6-2 contra Dallas con 2,172 yardas, 15 touchdowns, dos intercepciones y rating de 103.5.
El perímetro de los Cowboys sigue siendo el punto débil de su defensa y nuevamente podría tener una tarde larga si Rodgers tiene tiempo para lanzar el balón.
Recientemente los rivales de Dallas han evitado al cornerback Byron Jones, y eso significa que el objetivo a atacar es Chidobe Awuzie, líder del equipo con cinco pases defendidos y autor de una intercepción en la derrota en New Orleans.
El receptor Davante Adams impuso una marca personal con 180 yardas en la derrota ante Eagles, pero no practicó al inicio de la semana y su participación está en duda debido a una lesión en un dedo del pie.
Si Adams no juega, Marquez Valdes-Scantling será el principal objetivo de Rodgers. En cuatro juegos esta campaña, Valdes-Scantling tiene 28 targets, 16 recepciones, 217 yardas y un touchdown.
El tight end Jimmy Graham (seis recepciones, 61 yardas y una anotación contra Philadelphia) también podría tener más participación en el ataque de Green Bay.
Dallas tiene sus propios problemas de lesiones.
El receptor Michael Gallup podría perderse otras dos semanas con una lesión en la rodilla, y sin él las defensivas se concentran en Amari Cooper, quien ante New Orleans atrapó únicamente cinco pases para 48 yardas.
El juego será especial para Randall Cobb, quien jugó ocho campañas en Green Bay y firmó este año con los Cowboys como agente libre.
Dallas parece tener lo que se necesita para vencer a los Packers en casa, pero el equipo del coach Jason Garrett podría ser su propio enemigo si se presiona de más en su empecinamiento por demostrarles a sus críticos que no son sólo pretendientes.
O simplemente confirmar que lo son.