¿Cómo se llaman las calaveras del Día de los Muertos?
Los colores, olores y sabores comienzan a anunciar la llegada del Día de los Muertos y las tradicionales calaveras en los altares. Aquí te explicamos su origen.
En los últimos días de octubre, los colores, olores y sabores comienzan a anunciar la llegada de una de las festividades más importantes para los mexicanos y latinos en Estados Unidos y el mundo: el Día de Muertos.
Las familias comienzan a preparar su altares para recordar a los que ya no están y claro, también comienzan los preparativos de los elementos que van el altar, así como las decoraciones, como papel picado, la comida, la flor de Cempasúchil y por supuestos, las calaveras.
¿Cómo se llaman las calaveras del Día de los Muertos?
Las calaveras son una parte esencial de la tradición del Día de Muertos, pero ¿cómo se llaman las calaveras que se colocan en el altar? ¿Cuál es su origen y significado?
Tradicionalmente, se conocen como calaveras de azúcar o calaveritas de azúcar, ya que están elaboradas con este material, sin embargo, también se elaboran calaveritas de chocolate blanco u oscuro, así como amaranto y otras cosas.
Origen de las calaveritas de azúcar
Aunque podría parecer que las calaveras o calaveritas son una herencia prehispánica, en realidad, su origen está más relacionado con las prácticas religiosas traídas por los españoles.
Anteriormente, el tzompantli, un muro hecho de cráneos que fungía como altar, era una forma de honrar a los dioses. Sin embargo, esta costumbre fue prohibida por los misioneros y se reemplazó con los dulces moldeados en forma de cráneos para conmemorar a los muertos.
En sus inicios, el tamaño de las calaveritas de azúcar también estaba íntimamente ligado con la religión católica: las calaveritas grandes hacen honor a Dios Padre, las medianas a la mortalidad del ser humano y las chicas son una representación de la Santísima Trinidad.
No obstante, con el paso del tiempo y la comercialización de las calaveritas, el significado de estos dulces también ha cambiado para representar a las personas que han fallecido, ya que las calaveras pueden personalizarse con los nombres de los familiares que ya no están.
Por otro lado, dependiendo de la edad del difunto, el tamaño de la calavera puede variar: las calaveras pequeñas están dedicadas a aquellos que fallecieron a una edad temprana y las calaveras más grandes son para los adultos.
Cabe mencionar que las calaveras de azúcar no solo forman parte de los altares, ya que durante estas fechas, también pueden obsequiarse como un dulce recordatorio de que la muerte es lo único garantizado en esta vida.