Para Dolphins, Raiders, Bears y Bucs puede ser un deja-vu
Hay que remontarse a 1979 para encontrar la otra ocasión en la que Miami, Tampa Bay, Oakland y Chicago terminaron todos con récord ganador, aunque ese año Raiders no clasificó a Playoffs.
Si la temporada 2020 terminara hoy, Dolphins (5-3), Buccaneers (6-3) y Raiders (5-3) estarían clasificados a Playoffs. Los Bears (5-4) no están lejos, pues actualmente ocupan el octavo lugar en la NFC y hay que recordar que este año clasifican siete equipos por Conferencia.
La única ocasión que estos cuatro equipos clasificaron a postemporada el mismo año fue en 2001. Diecinueve años después, la rareza podría repetirse.
Hay que remontarse a 1979 para encontrar la otra ocasión en la que Dolphins, Buccaneers, Raiders y Bears terminaron todos con récord ganador, aunque ese año Oakland (9-7) no clasificó a Playoffs.
Las estrellas se alinearon en 2001. Esa campaña, Miami terminó con marca de 11-5, segundo en la División Este de la AFC y cuarto en la siembra de la Conferencia.
Los Raiders, todavía de Oakland, tuvieron récord de 10-6, suficiente para ser campeones en el Oeste de la AFC y tercero en la siembra.
En la División Central de la NFC clasificaron tres equipos: Chicago (13-3), Green Bay (12-4) y Tampa Bay (9-7). Bears fue el segundo sembrado en la Conferencia; los Bucs, el sexto.
Detrás de jugadores como Jason Taylor, Daryl Gardener, Zach Thomas, Tim Bowens, Brock Marion y Patrick Surtain, Miami fue la quinta mejor defensa de la NFL y primera contra el pase.
Los Raiders, con Jon Gruden en su primera etapa como coach de la franquicia, dependían más de su ataque. La ofensiva de los Raiders fue la cuarta mejor en puntos (24.9), séptima en yardas (335.1) y cuarta en yardas aéreas (231.7) por juego ese 2001.
El jugador clave en el ataque del “Chucky” fue el quarterback Rich Gannon.
Gannon terminó con el segundo mejor rating ese año, 95.5 puntos, solo detrás de Kurt Warner (101.4); el quarterback de los Raiders también fue segundo en la liga con 65.8% de efectividad y pasó para 3,828 yardas, con 27 touchdowns y 9 intercepciones.
Sus principales wide receivers eran Tim Brown y Jerry Rice, quienes se combinaron para 174 recepciones, 2,304 yardas y 18 touchdowns, 9 cada uno.
Chicago tuvo el segundo mejor récord de la NFC, con 13 triunfos y solo tres derrotas.
La defensiva de los Bears era muy oportuna. Chicago fue quinto en la liga con 37 robos de balón: 20 fumbles y 17 intercepciones. Su líder, el linebacker central Brian Urlacher, tuvo tres intercepciones y recuperó dos fumbles; el safety Mike Brown fue el mejor del equipo con cinco intercepciones y dos de ellas las regresó a las diagonales.
Tampa Bay también contaba con una de las mejores defensas de la liga. La de los Buccaneers terminó como la sexta en yardas (290.8), quinta contra el pase (184.4) y octava en puntos (17.5).
Simeon Rice (11), Warren Sapp (6) y Steve White (5) se combinaron para 22 de las 42 capturas de quarterback de Tampa Bay en 2001, mientras que Ronde Barber fue colíder de la liga con 10 intercepciones.
En los Playoffs, Miami y Tampa Bay fueron eliminados en los Wild Cards, mientras Chicago y Oakland cayeron en la Ronda Divisional, ante Philadelphia y New England, respectivamente.
Para los Raiders, el recuerdo es amargo, porque aquel juego fue el “Tuck Rule Game” ante Tom Brady y los Patriots, que ahí nacieron como dinastía y un mes después ganaron el primero de sus seis Super Bowls.
Para Dolphins, Raiders, Bears y Buccaneers el 2020 puede ser un deja-vu, no así para Bill Belichick y sus Patriots.