Lo bueno, lo malo y lo feo de la semana 5 de la NFL
La aterradora lesión de Dak Prescott ensombreció un domingo de actuaciones memorables.
El quinto domingo de temporada regular será recordado por mucho tiempo, tanto por actuaciones brillantes como por una horrenda lesión que impactará la campaña de más de un equipo y ¿por qué no? el mercado de agencia libre y el draft.
Empezando por el lado positivo, nada deja una mejor sensación que ver de regreso en el campo a Alex Smith luego de dos años, incontables operaciones y una charla cara a cara con la muerte. La historia es digna de una película, el resultado del juego no lo fue.
El novato Chase Claypool tuvo una jornada espectacular con cuatro touchdowns en la victoria de los Steelers. Michael Gallup realizó dos increíbles recepciones en la emotiva remontada de Dallas. Russell Wilson y D.K. Metcalf continúan apareciendo en los momentos de apremio y Ryan Fitzpatrick lució como Dan Marino en el dominante triunfo sobre San Francisco.
Todos ellos son dignos de la mención a lo mejor de la semana. Solo hay un problema, todas esas actuaciones tuvieron resultados, de una u otra forma, anticipados. ¿Qué tal una sorpresa?
Lo bueno
Los casinos de Las Vegas creían que el equipo local se disponía a una derrota de, al menos, 13 puntos. El resto del mundo del football estaba de acuerdo. Derek Carr y los Raiders tenían otros planes.
Por lo general, esta sección está diseñada para resaltar una actuación individual, pero como el resto de la NFL se ha dado cuenta, se necesita de un esfuerzo colectivo para vencer a Patrick Mahomes y los campeones Chiefs. Y eso fue precisamente lo que entregaron Jon Gruden y los Raiders. Un esfuerzo colectivo y un triunfo que nadie nunca vio venir.
Carr superó en el duelo individual a Mahomes al completar 22 de apenas 31 envíos para 347 yardas, 11.2 por intento, con tres touchdowns. Josh Jacobs encontró la zona de anotación en dos ocasiones. El novato Henry Ruggs III tuvo apenas dos recepciones, sí para 118 yardas y un touchdown. Nelson Agholor tuvo dos para 57, incluyendo una de 59.
La ofensiva de los Raiders, que se había convertido en la viva imagen de un ataque conservador en las primeras cuatro semanas, encontró una nueva dimensión para mantenerse paso a paso con los Chiefs. Y no estuvieron solos.
La defensiva de Las Vegas, que había sido vulnerada con 66 unidades en contra en la racha de dos derrotas que atravesaban, fue capaz de hacer apenas lo suficiente para mantener a Mahomes en jaque. ¿Cómo? Con tres sacks, cinco golpes y una presión incesante que obligó al MVP del Super Bowl a lanzar su primera intercepción del año.
Los campeones Chiefs no son invencibles. ¿Quién lo diría?
Lo malo
A pesar de los incesantes esfuerzos de Dan Quinn y los Falcons por monopolizar este espacio, no será posible. No este domingo y no el resto de la temporada, después de que Quinn dejó de ser miembro activo de la fuerza laboral, si me preguntan ocho meses demasiado tarde.
Jimmy Garoppolo reapareció el domingo después de una ausencia de dos semanas por una lesión en el tobillo. En retrospectiva, debieron ser al menos tres semanas.
El quarterback de los 49ers tuvo una reaparición para el olvido y -considerando el estado actual de San Francisco y del resto de la División Oeste de la Conferencia Nacional- potencialmente peligrosa.
Garoppolo completó siete de 17 intentos para 77 yardas con dos intercepciones antes de ser enviado a la banca a mediados de la humillante derrota en casa de 43-17 sobre los aparentemente indefendibles Dolphins de Fitzpatrick.
Los números de Garoppolo ni siquiera encajan en la categoría de “Trubiskyianos”, están en una liga propia. Son inadmisibles para cualquier quarterback de la liga, mucho más para alguien que tiene a George Kittle dentro de sus potenciales objetivos. Pero lo de Garoppolo no es sólo cuestión de números.
Las dos intercepciones que lanzó ni siquiera estuvieron cerca de convertirse en recepciones, vamos ni siquiera fueron tocadas por sus receptores. Fueron envíos completamente lejos del alcance de cualquier jugador ofensivo y recepciones bastante cómodas para la defensiva. ¿No me creen? Bobby McCain devolvió su intercepción para 19 yardas y Xavien Howard recorrió 29 yardas con la suya. Es decir 48 yardas o, lo que es lo mismo, más de la mitad de las que Garoppolo generó en la ofensiva. Pero bueno, al menos está guapo.
Lo feo
Hay momentos que, por más que quieras, no puedes olvidar. Ver el pie de Dak Prescott apuntando en la dirección equivocada es uno de esos momentos.
En 10 o 20 años, todos los que estaban viendo el encuentro de Cowboys-Giants podrán recordar el momento preciso, la imagen, el rival, el estadio y la jugada en la que llegó a su fin la temporada 2020 de Prescott, llevándose consigo buena parte de las aspiraciones de Dallas.
Lo que le sucedió a Prescott es algo que simplemente no quieres ver en un emparrillado, sin importar a qué equipo le vayas o qué tanta animadversión le tengas a Dakota o los Cowboys. No me refiero solo al tobillo, me refiero al jugador empapado en llanto que, les aseguro, no era únicamente producto del dolor físico, sino de la impotencia, de la incertidumbre de si su gran día de paga llegará algún día.
Prescott y la División Este de la NFC eran los únicos dos motivos por los que Dallas mantenía intactas sus aspiraciones de postemporada. Con una defensiva que llegó al juego permitiendo 36.5 puntos y otorgó otros 34 el domingo al peor ataque de la NFL, los Cowboys necesitaban un ataque de elite y, jugando por su contrato millonario, Prescott había cumplido con su parte.
Nueve pases de touchdown, tres intercepciones, 1,690 yardas (422 por juego) y un comando de la ofensiva -en yardas- más productiva de la liga eran apenas los argumentos de inicio en las negociaciones de su contrato multianual por los 40 millones de dólares por año que él creía merecer. Ahora esas negociaciones, y su carrera, están suspendidas hasta nuevo aviso.
¿Jerry Jones le pagará? ¿Será este el doloroso final de Prescott, no solo en Dallas sino como pasador titular en la NFL? Las historias de regresos se escriben todos los días, como lo demostró apenas horas antes Alex Smith en Washington pero, por el momento hay demasiadas preguntas y muy pocas respuestas en torno a Prescott, su salud y su permanencia en Dallas.
Por lo pronto, la defensiva de los Cowboys necesitará brindarle mucha más ayuda a Andy Dalton si quieren mantenerse en la conversación de postemporada.