BOXEO

Mike Tyson y su anécdota en la cárcel; islam, lecturas y cartas con mafiosos

El exboxeador estadounidense vivió la peor etapa de su vida de 1992 a 1995, cuando estuvo en la cárcel por abuso sexual. Ese tiempo le sirvió para rehacer su vida.

Estados Unidos
El exboxeador estadounidense vivió la peor etapa de su vida de 1992 a 1995, cuando estuvo en la cárcel por abuso sexual. Ese tiempo le sirvió para rehacer su vida.

Mike Tyson fue uno de los mejores boxeadores de su época, pero al mismo tiempo estuvo involucrado en muchos escándalos dentro y fuera del cuadrilátero. Pero sin duda la etapa más oscura en su vida fue de 1992 a 1995, ya que en esos 3 años estuvo encerrado en la cárcel por ser declarado culpable de abuso sexual contra una joven de 18 años a la que había conocido en un concurso de belleza en Indiana.

El excampeón de peso completo, como era de esperarse, contó con algunos privilegios más que el resto de los convictos, pero nadie contaba con que estos años le ayudarían para cambiar su vida; entre las actividades estaba el tener más sexo que cuando estaba fuera, leer (algo que no hacía, por sus actividades) y el volverse al islam, tal y como lo hizo Muhammad Ali, pero él decidió quedarse con su nombre. Tras un buen comportamiento fue liberado antes de tiempo y mantuvo muchas de las cosas que aprendió durante su estancia en el reclusorio.

Maratón de sexo en la cárcel

En su libro ‘La verdad indiscutible’ confesó que durante su estancia en la cárcel tuvo más relaciones sexuales, tanto que muchas veces se sentía cansado para ir a hacer ejercicio y prefería quedarse en su habitación. En el relato explicaba que recibía visitas durante horas prohibidas e inclusive tuvo sexo con una de las consejeras de la cárcel de Indiana, a quien, según él, embarazó, pero ella decidió abortar.

Pasatiempos en cárcel

Durante su tiempo en la penitenciaria, el púgil estadounidense comenzó a leer libros de pensadores como Marx, Maquiavelo, Hemingway, Genghis Khan, Herman Kahn y Hernan Cortez; de quienes pudo aprender grandes cosas, ya que más allá de ser buenas o malas personas, le ayudaron a pensar de forma diferente. Además de la lectura, Tyson comenzó a mandarse cartas con un jefe de la mafia de los 50’s en Inglaterra, Reggie Kray; a quien conoció en el 2000.