Oliver Luck demanda a Vince McMahon por cierre de la XFL
Hace prácticamente una semana la liga de football anunció el final de su primera campaña y el cierre de operaciones por la pandemia de COVID-19.
A pesar de las pocas expectativas que existían en torno a la XFL, la liga propiedad de Vince McMahon dio una grata sorpresa que terminó abruptamente por la contigencia derivada del coronavirus. Al declararse en bancarrota y dejar desamparados a cientos (sino es que miles) de trabajadores, las acciones legales en contra de McMahon. Y el revés ha llegado de uno de los ejecutivos más importantes de la liga.
Este martes Daniel Kaplan, de The Athletic, reportó que Oliver Luck, padre del retirado quarterback Andrew Luck, y excomisionado de la XFL, ha interpuesto una demanda en una corte federal de Connecticut en contra de Vince McMahon por despido injustificado.
El propio Kaplan detalló que Luck pretende recibir una indemnización no especificada por parte de Vince McMahon, también propietario de la WWE. Originalmente, el padre del exmariscal de los Colts fue contratado por la XFL para dirigir la organización y recibió un contrato multianual con un valor estimado de 20 millones de dólares.
El periodista relató que a pesar de que el recurso legal presentado fue redactado para proteger los acuerdos contractuales entre Luck y la compañía ahora extinta, el Comisionado fue despedido sin justificación alguna el 9 de abril de 2020, cuatro días antes de que la XFL se declarara insolvente.
Mala suerte en el football
Esta es la segunda ocasión que Vince McMahon fracasa al intentar forjar una liga que le compita a la NFL. En 2001 formó la también XFL, la cual tenía un concepto más apegado a la lucha libre, pero el producto dejó de parecer atractivo a la audiencia rápidamente.
Diecinueve años más adelante, McMahon relanzó la idea, pero ahora apegándose a la normativa de la NFL (con modificaciones para hacer más dinámico el juego) y fue bien visto por los fanáticos, quienes respondieron con buenas asistencias, sobre todo en St. Louis y Seattle, y un rating competitivo. No obstante, las consecuencias económicas que ha dejado la crisis sanitaria por el coronavirus terminaron por minar la salud financiera de la organización.