Nunca más: Marshal Yanda se retira después de 13 temporadas
Los Ravens tendrán un enorme hueco que cubrir la próxima campaña tras el adiós de su bastión en la línea ofensiva.
Héroes anónimos. El primer frente de batalla, tan importante en el desenlace de un encuentro como el tipo que lanza o corre con el balón. Rara vez obtienen el crédito o el reconocimiento que merecen.
Marshall Yanda, fue tan bueno, tan dominante, tan disciplinado, que durante más de una década en la NFL no solo fue capaz de abrirle paso a todo corredor que se alineó a sus espaldas o de darle tiempo al quarterback que debía proteger. Fue capaz de salir del anonimato en el que, por lo general, vive y muere un linero ofensivo.
Ahora, después de 13 brillantes temporadas con los Baltimore Ravens, Yanda ha optado por decirle adiós al deporte, dejando un hueco que será muy difícil de llenar dentro de un equipo que cuenta con todas las piezas en su lugar para mantener el protagonismo por muchos años.
Yanda, de 35 años, nunca fue considerado el más rápido o el más fuerte, pero su disciplina, una técnica depurada y su inteligencia para dominar la posición no solo lo convirtieron en dos veces All Pro y en 8 veces miembro del Pro Bowl, sino que lo llevaron a ser un líder de los Ravens, sin importar la época en la que era un equipo repleto de veteranos o la versión actual llena de sangre joven.
Una de las grandes constantes de los Ravens durante 13 temporadas fue Yanda.
Yanda es uno de tres guards en la historia (Larry Allen y Alan Faneca) con al menos ocho selecciones al Pro Bowl y un anillo de Super Bowl. Y lo logró gracias a una determinación que lo llevó de convertirse en el 10mo liniero ofensivo seleccionado en el draft en uno de los mejores jugadores en la historia de la franquicia, digno de aparecer en la misma oración que Ray Lewis, Ed Reed o Jonathan Ogden.
A pesar de su edad y del evidente desgaste físico, Yanda mantuvo una destacada consistencia en la etapa final de su carrera. Fue al Pro Bowl en ocho de sus últimas nueve temporadas (una lesión lo limitó a apenas dos juegos en 2017).
Apenas la campaña anterior fue segundo equipo All-Pro, permitió una sola captura, fue castigado en una sola ocasión (apenas 11 holdings en su carrera) y encabezó a una línea ofensiva que fungió de ariete para el mejor ataque terrestre en la historia de la NFL.
Ahora los Ravens tienen un problema en un lugar donde no habían tenido uno en más de una década. El adiós de Yanda si bien libera espacio en el tope salarial, también crea un hueco en una parte fundamental de su esquema ofensivo.
Nadie lo va a extrañar más que Lamar Jackson y Mark Ingram. Jackson en particular, por la consistencia de Yanda tanto en la ofensiva aérea como terrestre.
En cambio, habrá quienes finalmente puedan respirar con un poco más de tranquilidad al no tener enfrente a un tipo que soportó tres descargas de un arma aturdidora solo por ganar una apuesta de 600 dólares.
“Cuando hable con mi hijo y mi hija sobre mi época como jugador, les diré que él era uno de los mejores guards a los que me enfrenté”, dijo el defensive tackle de los Bengals Geno Atkins. “Tiene actitud. Era físico y muy elegante. Lo tiene todo”.
En especial, el respeto de la liga.