49ers, único obstáculo entre Aaron Rodgers y el Super Bowl
El quarterback de los Packers pudo ser reclutado por San Francisco hace 15 años; es uno de los mejores, pero sólo tiene un anillo de campeón.
Cuando Aaron Rodgers fue reclutado por los Green Bay Packers, en abril de 2005, Ryan Tannehill tenía 17 años, Jimmy Garoppolo 14, y Patrick Mahomes, 10.
Los San Francisco 49ers tenían la primera selección global de aquel Draft. Y necesitaban un quarterback. Rodgers jugó en la Universidad de California, así que parecía eran el uno para el otro.
Pero los Niners eligieron a Alex Smith, de Utah.
Rodgers, quien creció como fan de San Francisco, tuvo que esperar hasta el pick 24 para escuchar su nombre. Finalmente, los Packers acabaron con su agonía, pero Aaron no ocultó su molestia y le dedicó unas palabras a los Niners.
¿Qué tan decepcionado estás por el hecho de que no estarás con los 49ers?, le preguntaron.
“No tan decepcionado como lo van a estar los 49ers por no seleccionarme”, respondió Rodgers.
Desde entonces, Rodgers se ha convertido en uno de los mejores quarterbacks de su generación, quizá de todos los tiempos. Pero sólo tiene un anillo de campeón, que ganó al final de la campaña 2010, cuando Green Bay derrotó a Pittsburgh en el Super Bowl XLV.
En ese lapso, los 49ers tienen una aparición en el Super Bowl, que perdieron ante Baltimore. Su quarterback era Colin Kaepernick.
El domingo, en San Francisco, Rodgers tendrá una nueva oportunidad de regresar al gran juego.
De hecho, será el cuarto Juego por el Campeonato de la NFC en el que participa Rodgers. Su récord es 1-2, y el más reciente no le trae muy buenos recuerdos.
Fue en enero de 2017, en Atlanta. Nada le salió bien a Green Bay y los Falcons se impusieron fácilmente, 44-21.
Rodgers pasó para 287 yardas, tres touchdowns y una intercepción. El problema es que su primer envío a las diagonales llegó a nueve minutos del final del tercer periodo, cuando los Packers perdían 31-0.
Dos años antes, en Seattle, Green Bay perdió un juego que ganaba 19-7 con 10:53 en el reloj del cuarto periodo.
Los Seahawks anotaron 15 puntos en 44 segundos y luego Russell Wilson conectó un envío de touchdown de 35 yardas con Jermaine Kearse en la primera ofensiva del tiempo extra para el increíble triunfo de Seattle, 28-22.
En enero de 2011, Rodgers sumó 244 yardas aéreas y corrió para un touchdown en el triunfo de los Packers, 21-14 sobre los Chicago Bears en el Soldier Field. Fue el primer título de la NFC para los Packers desde 1997.
TEMPORADA ATÍPICA
La de 2019 no fue la típica campaña de Aaron Rodgers.
Pasó para 4,002 yardas, lo más bajo desde 2015 y lo segundo más pobre en su carrera en una temporada en la que ha iniciado los 16 juegos. En 2008, su primer año como titular en Green Bay, terminó con 4,038 yardas.
Tuvo apenas un pase de touchdown más de los 25 que lanzó en 2018, muy lejos de los 40 en 2016 o de los 35 que promedió por temporada entre 2011 y 2016, incluido un año en el que sólo pudo jugar nueve partidos debido a lesiones.
Fue, quizá, el cambio de ofensiva con la llegada del coach Matt LaFleur.
En la Semana 12, en San Francisco, Rodgers tuvo su peor juego de la campaña. La defensa de los 49ers lo forzó a quedarse con el balón más tiempo de lo acostumbrado, fue capturado cinco veces y terminó con 104 yardas (3.2 por intento).
Pero el domingo, ante Seattle, Rodgers se vio más cómodo que nunca en la nueva ofensiva. Y más allá de sus dos pases de touchdown, conectó envíos cruciales en el cuarto periodo para matar los últimos segundos del reloj y no regresarle el balón a Russell Wilson.
Rodgers buscó a Davante Adams en 11 ocasiones; conectó con él 8 veces para 160 yardas y esas dos anotaciones.
“Me recuerda la conexión que Jordy y yo tuvimos durante tantos años”, dijo Rodgers, refiriéndose a Jordy Nelson, receptor con el que trabajó durante una década. “Podemos hacer algunas cosas sin decir nada. Davante hizo tres o cuatro jugadas. Fue muy divertido”.
Adams fue limitado a siete recepciones y 43 yardas en noviembre en San Francisco y seguramente el domingo tendrá siempre cerca al parlanchín Richard Sherman.
Rodgers es un veterano de 15 temporadas en la NFL y por ende las oportunidades de regresar al Campeonato de la NFC no serán muchas.
“Me detuve un momento durante el segundo cuarto”, dijo Rodgers al final del Juego Divisional ante Seattle. “Fue un momento especial, ver todo el estadio agitando esas toallas blancas. En ese momento estaba simplemente agradecido por la oportunidad y amando lo que hago”.
Ha pasado para 46,946 yardas y 364 touchdowns; su rating de 102.4 es impresionante, igual que el récord de 113-60-1 en temporada regular.
Su legado es indiscutible, pero Rodgers merece jugar al menos otro Super Bowl y sólo los 49ers se interponen.
Esos 49ers que quizá aún se lamentan por no haber seleccionado a Aaron Rodgers.