Antonio Brown pide libertad en redes sociales
El exreceptor de la NFL vuelve con mensajes a sus redes sociales apelando a sus fans para que la liga lo deje "en libertad" y pueda jugar.
Luego de ser despedido de la plantilla de los principales contendientes por el campeonato de la NFL, Antonio Brown regresó a lo que ha hecho toda la temporada: apelar a los fanáticos a través de sus redes sociales para que éstos hagan presión –quién sabe cómo– y que así le permitan regresar a la liga, en la cual no tiene veto alguno de facto, pero a su vez ningún equipo se anima a traerlo a su roster pues ya se ha hecho de conocimiento público que se encuentra bajo investigación por las acusaciones en su contra de abuso y acoso sexual.
La última acción de desesperación de Antonio Brown fue una fotografía en su cuenta de Instagram, donde pide que lo “liberen”. Sin embargo, quien fuera receptor estelar de Ben Roethlisberger en Pittsburgh, es técnicamente un agente libre que puede firmar con cualquier equipo que el jugador desee.
El problema es que Antonio Brown quiere regresar y todo parece indicar que quiere hacerlo para compartir el emparrillado junto al seis veces ganador del Super Bowl en New England, pero el equipo de Bill Belichick ha actuado en función de la situación legal que enfrenta, aunque no han emitido un posicionamiento ante los hechos.
Y es que en uno de sus últimos intentos por regresar, el receptor se mostró en medio de una práctica de entrenamiento en Miami –también a través de sus redes– y le pidió a Patriots que lo dejaran jugar, pues de todos modos "iban a tener que pagarle", ya que el exjugador presentó una demanda ante la corte –aunque la audiencia se llevaría en la primavera– a través de la Asociación de Jugadores de la NFL, para recuperar lo que “le deben” en Oakland y New England.
Finalmente todo apunta a que si en algún momento ocurre el regreso de AB a la NFL, éste tendrá que cambiar radicalmente su comportamiento, pues ya estuvo involucrado en un altercado con el GM de Oakland, Mike Mayock, y al salir de Massachusetts no se la pensó dos veces para ir en contra del dueño de la franquicia Robert Kraft.