El optimista Melvin Ingram pronostica título de Chargers
Los Bolts fueron una de las mayores sorpresas de la temporada pasada y el linebacker apuesta que el progreso continuará.
El encanto de la pretemporada y el inicio de los campos de entrenamiento es que, técnicamente, todos los equipos tienen las mismas posibilidades de aspirar al campeonato. El desencanto es que, siendo realistas eso aplica solo a un puñado de organizaciones.
Después de sorprender a la NFL en 2018 con una temporada de 12-4 y un viaje a la ronda divisional, los Chargers son uno de esos equipos que deben ser parte de la conversación real y no del falso optimismo que viene con la época.
El linebacker Melvin Ingram acoge la presión que viene con la etiqueta de contendiente e incluso se atreve a duplicar la apuesta, pronosticando que las vitrinas de los Chargers dejaran de estar vacías después del primer domingo de febrero.
“Definitivamente vamos a ganar el Super Bowl”, dijo Ingram al Los Angeles Times. “Contra cualquier equipo y en cualquier lugar. Para eso trabajamos”.
No se le puede criticar a Ingram por confiar en su equipo, después de todo la confianza es la gasolina en el motor de cualquier deportista profesional. Sin embargo, las declaraciones de Ingram se balancean en esa delgada línea entre el optimismo desbordado y la realidad.
La temporada de “Cenicienta” de los Chargers llegó a su final de forma aplastante en enero pasado en Foxboro, en donde los actuales monarcas, los New England Patriots ─equipo que por lo regular se abstiene de pronósticos atrevidos─ les dieron una clase magistral de football con un triunfo de 41-28 en un duelo que llegó al medio tiempo 35-7 antes de que las huestes de Bill Belichick quitaran el pie del acelerador.
Las palabras de Ingram son excelentes para motivar a un equipo que tiene un balance perfecto de juventud y experiencia, ofensiva y defensiva. Pero también sirve para ponerles un tiro al blanco en la espalda, porque sin importar la confianza, el camino al Super Bowl sigue haciendo escala en Nueva Inglaterra.
Así lo entiende el coach Anthony Lynn, quien ve al monarca vigente como el favorito hasta que alguien más demuestre lo contrario dentro del campo. En lo que eso sucede, el optimismo estacional fluye desbordado. “La mayoría de los jugadores sienten lo mismo” sobre las posibilidades de su equipo.
Ingram tiene motivos para ser optimista. La temporada pasada los Chargers fueron la sexta mejor ofensiva y la octava mejor defensiva en puntos de toda la NFL. Con un Philip Rivers en una carrera contra el reloj, un Joey Bosa finalmente saludable y la llegada de Thomas Davis, tal vez Los Ángeles pueda, finalmente, dar ese paso que no han podido dar en toda la historia de la organización.
O, tal vez, Ingram solo termine por unirse al coro de optimistas de junio.