Cody Bellinger en busca de temporada histórica en la MLB
El toletero de los Dodgers continúa con una extraordinaria temporada pero, ¿suficiente para ser histórica?
Ty Cobb, George Sisler, Roger Hornsby, Ted Williams, ¿Cody Bellinger? El club del .400 es uno de los grupos más exclusivos de Grandes Ligas, uno que no ha admitido a un nuevo miembro desde Williams en 1941.
También es un grupo en donde el actual jardinero de los Dodgers parece estar completamente fuera de lugar. Pero las apariencias engañan y Bellinger se ha ganado la consideración a toletazo limpio en esta temporada.
Bellinger conectó un doblete y un sencillo la noche del viernes ante los Cincinnati Reds para elevar su porcentaje de bateo a .404 en la actual temporada. Sí, parece prematuro, pero tendríamos que remontarnos a David Wright en 2012 para encontrar a alguien en promediar cuatro de 10 en los primeros 45 juegos de la temporada.
En la historia de Ligas Mayores, casi 20,000 jugadores se han enfundado en un uniforme y apenas 20 de ellos han terminado una temporada con bateo de .400, cinco de ellos en dos ocasiones. Ninguno de ellos en casi 80 años.
Ocho décadas en las que el deporte ha cambiado de manera radical, convirtiéndolo en un deporte de poder y no de fineza. Buena parte de un siglo en donde el éxito de un bateador se define en términos como velocidad de salida y ángulo de lanzamiento y no en simples puntos porcentuales.
Desde que Williams rompió la barrera del .400 por última vez en la historia, algunos han estado lo suficientemente cerca. El panameño Rod Carew llegó a .388 en 1977, George Brett alcanzó .390 tres años después y Tony Gwynn se quedó agónicamente cerca con .394 en 1994, un año recortado por la huelga.
Pero incluso entonces, era una era en donde los imparables eran codiciados. No había términos de sabermetría para medir el éxito y rendimiento de un pelotero como WAR y OPS.
Eso convierte a Bellinger en el más inusual de los candidatos al club del .400. Bateador de por vida de .263 en sus dos temporadas en Grandes Ligas, el jardinero de los Dodgers simplemente ha sido un dobermann que desconoce incluso a su propio dueño al momento de pararse a batear.
Con los dos imparables que conectó el martes pasado, Bellinger llegó a 61 hits en la actual temporada en 149 turnos. Para poner esa cifra en dimensión, eso es un hit más de los que conectó su papá, Clay, en 311 turnos como parte de cuatro temporadas en Grandes Ligas.
Con los 63 inatrapables a los que llegó la noche del viernes superó los 62 que logró Ichiro en los primeros 45 juegos de 2004, cuando impuso un récord de hits en una temporada con 262 y terminó la campaña con .372.
Desde los 14 años que han pasado desde entonces, nadie se ha acercado a menos de 24 puntos porcentuales de esa cifra (Miguel Cabrera en 2013 y DJ LeMahieu en 2016), en una clara muestra de que el porcentaje de bateo dejó de ser una prioridad.
Eso hace que los números actuales de Bellinger sean tan especiales en la actualidad. Pero al tomar en cuenta los antecedentes del toletero y la evolución de la liga, no terminen siendo más que una anécdota. Una que los puristas de la vieja escuela recordarán entrañablemente.