Contra el Madrid, el Barça llegó a su cúspide de mediocridad permitida y bien entendida porque no se podía dar más.Y la gente lo entendió.
PorPedro Galván París
Luis Guillermo Vázquez
AStvHugo PalomarGuillermo Casquero
Contra el Madrid, el Barça llegó a su cúspide de mediocridad permitida y bien entendida porque no se podía dar más.Y la gente lo entendió.