¿Qué es la bomba termobárica que tiene Rusia, cómo funciona y en qué otros casos se ha utilizado?
Ucrania ha señalado que Rusia ha usado armas termobáricas. Te explicamos que es la la bomba termobárica, cómo funciona y en qué otros casos se ha utilizado.
Las acusaciones de que Rusia puede estar usando armas termobáricas en Ucrania han generado temores sobre la devastación potencial que podría resultar de los ataques con las llamadas bombas de vacío.
El pasado lunes, Oksana Markarova, embajadora de Ucrania en Estados Unidos, dijo que el ejército ruso usó una bomba de vacío. Markarova no proporcionó detalles adicionales y los medios que cubren el conflicto no han podido verificar de forma independiente que el arma haya sido utilizada en Ucrania. No obstante, un equipo de CNN fotografió lanzadores de cohetes termobáricos rusos entrando al país.
¿Qué es la bomba termobárica que tiene Rusia, cómo funciona y en qué otros casos se ha utilizado?
Un arma termobárica, conocida también como bomba de vacío o bomba aéreas de vacío de potencia aumentada, funciona usando oxígeno del aire circundante para generar una explosión de alta temperatura, haciéndola mucho más letal que un arma convencional.
¿Cuántas veces se ha usado?
Durante la década de los años 60s, tanto Estados Unidos como la Unión Soviética desarrollaron armas termobáricas, esto en la famosa Guerra Fría entre ambas naciones. Sin embargo, en el 2007, Rusia detonó el arma termobárica más grande jamás fabricada y creó una explosión equivalente a 39.9 toneladas.
Su capacidad destructiva es cuatro veces superior a la estadounidense y clama ser la bomba convencional (no nuclear) más potente que exista en el planeta. Su detonación genera una gran explosión en tierra, en un terreno de prueba en el que había un conjunto de edificios vacíos que queda reducido a escombros tras el estallido, según reportes.
Rusia hizo explotar la bomba de vacío o termobárica más poderosa del mundo en su propio territorio como una respuesta directa al desarrollo de su competidor norteamericano, que había comenzado a ensayar con la MOAB (Massive Ordnance Air Blast) tras el mayor atentado terrorista de la historia, que también había golpeado al Pentágono, la sede del comando militar estadounidense.
A pesar de que Rusia nunca lo confirmó, Human Rights Watch denunció el uso de estos explosivos también conocidos como “incendiarios” por parte del régimen sirio y sus aliados rusos contra los rebeldes.