Brian Snitker enfrenta a su hijo Troy en la Serie Mundial

Las Grandes Ligas es un negocio familiar. Tan solo hay que recordar que en los inicios de su carrera Ken Griffey Jr. compartió el diamante con su padre o que Barry Bonds heredó el legado que su Bobby Bonds dejó en la Gran Carpa. La presente edición de la Serie Mundial también presenta una historia de sangre, aunque esta se vive en las casetas de Atlanta y Houston.

Con el arranque del Clásico de Otoño el pasado 26 de octubre en el Minute Maia Park, Brian Snitker, manager de los Braves, tuvo la oportunidad de enfrentarse a su hijo, Troy, quien sirve como entrenador de bateo de los Astros.

“Los Snitker van a tener el trofeo de la Serie Mundial en casa”, aseguró Brian Snitker sobre la rivalidad en la World Series. “No sé quién lo ganará, pero vamos a tenerlo. Eso es algo genial”.

Rivalidad familiar

Para Brian, de 66 años, esta representa su quinta campaña como manager de Atlanta y en las cuatro temporadas más recientes, llevó a los Braves a postemporada.

A pesar de que su paso por la caseta de Truist Park no ha sido tan largo, Snitker tiene un largo recorrido dentro de la organización. Durante 15 años fue entrenador de sucursales de la franquicia y después fue coach de la antesala entre 2007 y 2013 para regresar a ligas menores, desde donde fue promovido a la mitad de la temporada 2016 tras el despido de Fredi González.

Ese largo andar por los sistemas de desarrollo de los Braves motivó a Troy a probar suerte en el mundo del baseball. Tras un paso de cuatro años por diferentes circuitos de ligas menores se retiró en 2014 y dio sus primeros pasos como entrenador hasta que en 2018 los Astros lo promovieron a su equipo de Grandes Ligas.

“Confirma de alguna forma el hecho de que quizá hice algo bien, por cómo resultó”, explicó Brian sobre Troy Snitker. “Es un gran chico”.