Lesión de James Conner se suma a problemas ofensivos de Steelers
El running back de cuarto año aqueja molestias en el cuádriceps que ponen en duda su participación ante Cincinnati.
Los problemas ofensivos de Pittsburgh son muchos, pero evidentes, la incapacidad para generar cualquier tipo de ataque terrestre y la falta de concentración de sus receptores en el juego aéreo. Al menos por esta semana, las perspectivas de solucionar uno de esos dos aspectos se complica.
El equipo dio a conocer el martes que el running back titular James Conner sufrió una lesión en el cuádriceps en la derrota de los Steelers ante los Buffalo Bills la noche del domingo, cuando reapareció tras una ausencia de dos juegos por COVID-19, y su disponibilidad para el duelo ante Cincinnati está en duda.
Sumándose a la posible ausencia de Conner, el coach Mike Tomlin también informó que el guard izquierdo titular Matt Feiler ingresó a la lista de lesionados por una molestia en los músculos pectorales y se perderá al menos tres partidos. Además, el tackle derecho Chuks Okorafor tiene molestias en el tobillo y el guard Kevin Dotson, quien entró en reemplazo de Feiler, aqueja dolores en el hombro.
A pesar de que Cincinnati es uno de los peores equipos de la liga para defender la carrera ─28 en la liga con 131 yardas admitidas por encuentro─, Pittsburgh no ha superado las 100 yardas por tierra como equipo en siete de sus últimos ocho juegos y la tendencia parece difícil de revertir el domingo con un corredor en duda y con la posible ausencia de dos quintas partes de la línea ofensiva titular.
Incluso con cabal salud, Pittsburgh ha tenido toda clase de problemas para echar a andar el ataque terrestre. Conner apenas tiene 663 yardas y cinco touchdowns por la vía terrestre en toda la temporada y las lesiones comienzan a definir su breve carrera en la NFL, nunca jugando más de 14 partidos en una temporada.
Sus suplentes no lo han hecho mucho mejor. Los Steelers son el penúltimo peor ataque terrestre de toda la liga con apenas 1,158 yardas terrestres de manera colectiva y entre Benny Snell Jr., el novato Anthony McFarland y Jaylen Samuels se combinan para tan sólo para 389 yardas en 119 acarreos con tres anotaciones.
Las limitaciones en el ataque terrestre han obligado al quarterback Ben Roethlisberger a ubicarse tercero en la NFL en intentos de pase con 521, 38 de ellos dejados caer de las manos por sus repentinamente inseguros receptores. Además, les ha dado un pase gratuito a las defensivas rivales que han aprendido que difícilmente pueden esperar una carrera de parte de Pittsburgh.
No es el panorama ideal para un equipo que se enfila a playoffs, donde el control del balón, el tiempo de posesión y las condiciones climáticas obligan a tener al menos un esbozo de ataque terrestre.