La gestión de Dave Roberts terminó por encumbrar a los Dodgers como el mejor equipo de Grandes Ligas tras 32 años de sequía. Además, el manager de Los Ángeles considera que su victoria en el Clásico de Otoño sirve para darle voz a las minorías que abundan en la Gran Carpa.

En entrevista para The Washington Post, Roberts, quien es hijo de una japonesa y un afroamericano, aseguró que sentía presión por ganar un banderín de campeón mundial pues esto serviría para demostrar que personas de diferentes orígenes étnicos son capaces de triunfar en MLB.

"Siento que no tenía el lujo de fracasar. Tenía que triunfar para darle a otras minorías la potencial oportunidad de dirigir y demostrarle a la industria que hay mucha gente capaz. Me gusta pensar que con mi contexto afroamericano y asiático, hay otros que pueden hacer lo mismo y merecen las oportunidades", indicó Roberts.

Aunque en recientes años las minorías han alzado la mano. En 2018 y 2019 managers latinos alcanzaron la gloria en Serie Mundial (Alex Cora con los Red Sox y Dave Martínez con los Nationals). No obstante, el panorama da un vuelco de 180 grados si se va mas allá; Ozzie Guillén en 2005 es el otro latino en ganar la WS y en 1993 Cito Gastón fue el primer manager afrodescendiente con título mundial.

Esa disparidad se traduce también al mapa de la MLB en 2020. Actualmente solo Martínez (Nats), Charlie Montoyo (Blue Jays) y Luis Rojas (Mets) son latinos al frente de organizaciones; Dusty Baker (Astros) y Roberts son los únicos emanados de la comunidad negra.

Más representación afroamericana

Por otra parte, Roberts se mostró decepcionado por la distancia de 27 años que existen entre el título obtenido por Gastón con los Blue Jays y el concretado en 2020 por los Dodgers. "Tendrían que haber otros antes que yo. La distancia no debería ser tan grande", indicó.