Los Indians envían a Mike Clevinger en cambio a Padres
Por segundo año consecutivo, Cleveland se desprende de un pelotero que sembró discordia al interior de la organización.
El talento de Mike Clevinger es indiscutible, al igual que los problemas que sembró hace unas semanas al interior de los Cleveland Indians.
Ahora, todo ese talento y esos problemas son asunto de San Diego.
La mañana del lunes los Indians enviaron a Clevinger —y al jardinero Greg Allen— en un cambio a los Padres por seis peloteros, incluyendo el relevista Cal Quantrill, el jardinero Josh Naylor y el receptor Austin Hedges.
A simple vista, el movimiento no parece tener mucho sentido para unos Indios que tenían control contractual por dos temporadas más sobre Clevinger, un derecho que se ha establecido desde 2017 como el segundo mejor abridor de la Liga Americana en efectividad, 2.90, sólo detrás del 2.82 de un tal Justin Verlander. Pero Cleveland espera sumar restando.
Después de todo, Clevinger sembró la discordia y la división en la caseta de Cleveland hace unas semanas, cuando rompió el protocolo de salud del equipo y salió junto con su compañero Zach Plesac a echar unas copas por Chicago. Eso quebrantó la confianza entre sus compañeros y le valió al abridor un viaje al campo alterno de entrenamiento. Ningún individuo, por talentoso que sea, vale más que la unión del grupo y así lo percibe la organización.
No es la primera vez que Cleveland hace un movimiento de este tipo, como lo muestra el hecho de que hace apenas un año se desprendieron de otro talentoso abridor por cuestiones de indisciplina. Trevor Bauer arrojó la esférica sobre la barda de jardín central cuando el manager Terry Francona fue a removerlo de una apertura contra los Royals, y menos de 24 horas después fue cambiado a Cincinnati. Bauer, con un año más de vigencia en su contrato, es noveno en efectividad de Grandes Ligas con 2.13 y habría sido una pieza importante junto a Clevinger y Shane Bieber en la búsqueda de Cleveland por obtener su primer título desde 1948. Pero la organización prefiere la disciplina sobre los títulos.
San Diego, por otro lado, adquirió en Clevinger una pieza importante para acelerar su proceso de reconstrucción y se ha mostrado como el equipo más activo previo a la fecha límite de cambios, al sumar a su quinto pelotero en el intento por romper una racha de 14 temporadas sin alcanzar los playoffs. La organización de los Padres espera que la personalidad de Clevinger encaje en un clubhouse ecléctico con talento joven y ambiente desprendido como Manny Machado y Fernando Tatis Jr.
Más importante aún, esperan obtener en Clevinger a un ancla en su rotación de abridores junto a los jóvenes Chris Paddack y Dinelson Lamet por muchos años y darle a la franquicia algo del protagonismo que, sinceramente, nunca ha tenido.