On Sunset

En tiempos oscuros, Weller nos da un rayo de luz

El decimoquinto álbum del músico británico como solista, producido por él mismo y Jan Kybert, ya ocupa el primer lugar en los charts del Reino Unido.

Estados Unidos
El decimoquinto álbum del músico británico como solista, producido por él mismo y Jan Kybert, ya ocupa el primer lugar en los charts del Reino Unido.

Cualquier provocación, cuán mínima que sea, es motivo suficiente para que Paul Weller la use como ancla para crear música nueva.

En esta ocasión el músico británico encontró esa chispa en un viaje que hizo a la ciudad de Los Ángeles para visitar a su hijo Natt.

Ahí, Weller, de 62 años, recordó sus primeros viajes a Estados Unidos, con su legendaria banda The Jam, a finales de la década de los 70 y principios de los 80.

Con ese ambiente californiano nació On Sunset, su decimoquinto álbum como solista, con un sonido fresco y veraniego que nos da rayos de luz en estos tiempos oscuros de pandemia.

Mirror Ball, el tema con el que arranca On Sunset, es única en este disco por varias razones: dura casi ocho minutos, consta de varios movimientos, es oscura por momentos e incluye algo de musique concrète, un género electroacústico construido en base a sonidos de instrumentos, voces, ambientes naturales, sintetizadores y computadoras.

Weller se ha convertido en un alquimista al que no le da miedo incursionar en nuevos géneros musicales para incorporarlos a su sonido mod.

Baptiste es precisamente un buen ejemplo del porqué Weller es también conocido como el “Modfather”. Es soul a tope envuelto en la historia de alguien que no suele rezar mucho ni ir a la iglesia, pero que encuentra en la música un sonido angelical que le toca el alma. Es gospel sin ser gospel.

En la misma tesitura musical llega Old Father Tyme, que nos recuerda lo cruel que puede ser el “Padre Tiempo”. Para los fans de Weller, el final los hará recordar Woo Sé Mama, el tema con el que arranca A Kind Revolution, su disco de 2017.

Village es una de las clásicas confesiones que Weller nos regala en su obra. Aquí dice estar más que satisfecho con lo que ha logrado y que no le interesa lo que a gente espere o quiera de él: “No necesito todas las cosas que tienes / Sólo quiero ser quien quiero / No necesito las cosas que posees / Con profundo respeto, no significan nada”.

Es Weller siendo Weller.

More es otra rola reflexiva, que habla de la ambición, el consumismo y la eterna insatisfacción con la que navega el ser humano. Su ritmo pegajoso nos hace recordar un par de temas de su amplísimo catálogo: Study In Blue (Sonik Kicks, 2012) y Pick It Up (Saturns Pattern, 2015).

Llega On Sunset, que no podría iniciar de otra manera más que con el sonido del mar. Es un paseo melancólico por Sunset Boulevard; Weller lo encuentra abismalmente diferente a como lo recordaba, como si perteneciera a la vida de alguien más. Aunque se roba el intro de My Sweet Lord de George Harrison, On Sunset deriva en un sonido fresco y veraniego que incluye una guitarra de la cual Carlos Santana debe sentirse muy orgulloso.

Equanimity y Walkin’ están bañadas del sonido clásico de The Beatles y por ello caen muy bien una tras otra.

Earth Beat le da un toque posmoderno a este disco -producido por Weller y Jan Kybert- gracias a su influencia de música electrónica y cósmica, algo con lo que el orgullo de Woking ha coqueteado desde Saturns Pattern. Earth Beat incluye la voz de Col3trane, amigo de Leah Weller, hija de Paul.

El cierre es magistral con Rockets, un hermoso homenaje al legendario David Bowie y sus odiseas del espacio.

On Sunset es otro buen ejemplo de la ambición de Weller por crear el disco perfecto. Quizá no lo logre, pero su capacidad lírica y creativa está intacta, es más, probablemente en su mejor momento por las libertades que se toma y los riesgos que corre.

On Sunset ocupa el primer lugar en los charts del Reino Unido. Es la séptima ocasión que un disco de Weller llega a la posición de honor.

Otra buena razón para escucharlo.