Andrew McCutchen, en contra de la política de cabello de Yankees
La política de no barbas y cabello corto en el Yankee Stadium fue implementada en 1973 y desafiada en pocas ocasiones, entre ellas por Don Mattingly.
En años recientes, cuando Johnny Damon aterrizó en el Yankee Stadium después de cuatro temporadas en el Fenway Park, no sólo sólo dejó atrás la playera roja de letras azules y el Monstruo Verde, también renunció a su barba y a la melena que patrullaba los jardines del parque de pelota más antiguo. Lo mismo ocurrió con Nick Swisher, Randy Johnson, Kevin Youkilis y, el más cercano de todos, Andrew McCutchen. El cabello largo y las barbas se iban.
Desde 1973, a la llegada del nuevo dueño y gerente general de la novena del Bronx, George M. Steinbrenner. los Yankees establecieron una política de no barbas ni cabello largo. Para el patrullero de Philadelphia Phillies, dicho código de vestimenta implementado por “Boss”, como se le conocía a Steinbrenner, van en contra de alimentar la personalidad del jugador.
“Definitivamente creo que te aleja de tu individualismo como jugador y como persona. Nos expresamos de muchas formas distintas”, señaló McCutchen este fin de semana para el podcast The Sports Bubble. “Siente que posiblemente debería haber un cambio en el futuro —quién sabe cuándo, pero es una de muchas cosas en este deporte que siento que se necesita hablar de ellas”, indicó.
Previo a su llegada a New York en 2018, McCutchen pasó poco más de media campaña ese mismo año en San Francisco. Al partir hacia la bahía desde Pittsburgh, donde ganó el MVP en 2013 y consiguió cuatro Bates de Plata, McCutchen cambió su peculiar estilo cortando sus rastas. Si hubiese llegado con ellas al Bronx no habría sido fácil para él ese cambio: “Porque ese era yo. Así era como me expresaba. Eso fue lo que me hizo Andrew McCutchen. Así es como la gente se dio cuenta de quién era, me hizo único”, explicó.
En el futuro cercano, casi inmediato, a McCutchen le gustaría que eso cambiara. “Así que pienso, especialmente este año, en 2020, siento que estas cosas son, o deberían ser, cosas que la gente debería tomarse en serio”, habló en favor de la diversidad.
Excepciones
A pesar de las políticas de Steinbrenner, no todos los peloteros en la novena neoyorquina han portado el uniforme blanco a rayas con un aspecto militar todo el tiempo, como Don Mattingly. En 1991, el manager Stump Merrill lo mandó a la banca un partido como castigo por traer el cabello largo. Al final, Mattingly terminó accediendo.
El serpentinero relevista Rich Gossage, conocido como Goose, se tuvo que recortar la barba cuando llegó a New York tras cinco años en Pittsburgh y cinco al sur de Chicago. Sin embargo, la arbitrariedad del reglamento de la novena permite los bigotes, por lo que Goose pasó a portar un bigote de herradura hasta terminar su carrera en los diamantes.