La inverosímil lesión de José Quintana con los Cubs
El zurdo colombiano se perderá las primeras dos semanas de la pretemporada debido a una lesión que sólo podría ocurrir en cuarentena.
La vida de un pitcher de Grandes Ligas es una sucesión de eventos delicados, de enfrentar día con día el riesgo de una devastadora lesión en el codo o en el hombro o un batazo en su dirección a 150 kilómetros por hora. Es vivir al límite, en especial comparado con la rutina de la cuarentena, exenta de peligros más allá de un disgusto con la señora o lavar los platos.
José Quintana descubrió recientemente, y de la peor manera, que no está mucho más seguro lavando platos que en el centro del diamante.
El zurdo de los Cubs, uno de los lanzadores más constantes de la Gran Carpa, sufrió una lesión de persona común. Una cortada en el pulgar de la mano izquierda mientras lavaba los platos, una laceración que requirió cinco puntos de sutura, una operación y una visita a la lista de lesionados.
“Esta mañana en Chicago, Quintana se sometió a una cirugía microscópica en el pulgar izquierdo para determinar la gravedad de su lesión”, informó el equipo el jueves en un comunicado. “El procedimiento identificó una laceración en el nervio sensorial digital del pulgar, que fue reparada quirúrgicamente”.
Se prevé que Quintana comience a lanzar de nuevo en dos semanas, y posteriormente el equipo determinará cuánto tiempo más estará afuera.
Nunca es buen momento para cortarse lavando los platos, mucho menos para que una noticia así se dé a conocer. Pero la lesión de Quintana resulta aún más inoportuna al tomar en cuenta que, después de tres meses de cuarentena y arduas negociaciones laborales, el pitcher haya sufrido este inconveniente dos días antes de que finalmente se reanude el entrenamiento primaveral, campamento de verano o como quieran llamarle.
Aún no es un hecho que Quintana vaya a perderse juegos de campaña regular, programada para finales de julio. Pero de ser el caso sería una baja sensible para los Cubs que, con una campaña de 60 juegos, no pueden darse el lujo de perder a un miembro de la rotación abridora que incluye a Jon Lester, Yu Darvish y Kyle Hendricks.
La ausencia de Quintana es sorprendente, no solo por el motivo, sino también por el hecho de que el colombiano ha sido uno de los lanzadores más regulares de Grandes Ligas desde su debut con los White Sox en 2012. En ocho temporadas, Quintana ha promediado casi 31 aperturas al año, manteniéndose saludable durante toda su carrera.