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James Conner no quiere salir de los Pittsburgh Steelers

El running back de los Steelers está en su último año de contrato, pero si fuera por él, su futuro estaría decidido.

Estados Unidos
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James Conner sabe que hay cosas mucho más importantes que el football. Recibir una sentencia de muerte a manos del cáncer te da ese tipo de perspectiva.

Y con esa particular forma de ver las cosas, siempre desde el más amplio de los panoramas, Conner sabe bien lo que quiere de su carrera profesional de cara a su último año de contrato con los Pittsburgh Steelers: Quedarse por siempre en la ciudad que, si bien no lo vio nacer, sí lo vio renacer.

“Sería difícil, sería difícil ponerme otro casco. Sólo por todo lo que esta ciudad significa para mí”, dijo Conner en el podcast de Adam Schefter. “La ciudad en la que jugué en la universidad, la ciudad en la que me salvaron la vida y en la que recuperé la salud. La ciudad en la que me seleccionaron, y quiero poder decir que la ciudad a la que traje un campeonato”.

Es evidente que Conner tiene una enorme cantidad de gratitud por Pittsburgh, pero el football en particular, y el deporte en general, no siempre es de historias románticas, es de producción en el campo. Y, en ese sentido, Conner está al tanto que, si quiere cumplir su deseo de permanecer en Pittsburgh, primero tiene que ganarse esa extensión de contrato.

Y la mejor manera de hacerlo es permaneciendo dentro del emparrillado. Después de tres temporadas completas, Conner nunca ha jugado más de 14 partidos en una campaña y nunca ha tenido más de 12 inicios. En 2019, el egresado de Pittsburgh vio acción en apenas 10 partidos con un marcado retroceso. Terminó con 116 acarreos para 464 yardas, prácticamente 100 carreras y 509 yardas menos que en la temporada previa, en la que fue invitado al Pro Bowl.

Conner fue parte del problema, y no de la solución en una ofensiva que fue la 27ma en puntos y 30ma en yardas de toda la NFL, además de comandar al 29no peor ataque terrestre de la NFL, compartiendo por necesidad, las responsabilidades en el backfield con Benny Snell, Jaylen Samuels y Kerrith Whyte. Para la campaña de 2020, los Steelers sumaron a la ecuación a Anthony McFarland con su selección de cuarta ronda en el draft.

En otras palabras, la presión aumenta para Conner de producir y mantenerse sano ahora o verse obligado a cruzar una puerta que, claramente, no quiere cruzar hacia la agencia libre. Ahí, su deseo de querer permanecer en Pittsburgh podría jugarle una mala pasada económica y el equipo podría aprovechar ese deseo para obtener cierto descuento.

Soy de Pittsburgh de cabo a rabo. Pero como dije, soy un hombre de mucha fe y siempre voy a terminar haciendo y estando donde debo estar a través de la guía del Señor”, declaró Conner. “Ya veremos. Lo tomaremos un día a la vez y yo sigo en el momento”.

Tal vez un gran 2020 vuelva su deseo realidad. O tal vez sea el final del romance entre Conner y Pittsburgh.