Detroit dispuesto a cambiar la 3ra selección del Draft
Los Lions podrían sacrificar calidad por cantidad en la noche del reclutamiento... sólo si llega la oferta correcta.
Una marca de 3-12-1 en 2019 deja muy en claro que los Detroit Lions tienen muchos problemas que corregir si quieren cambiar el rumbo de una franquicia que no conoce la palabra “éxito”. El gerente general Bob Quinn, con un cuarto de siglo de experiencia en esto de armar equipos, sabe muy bien que no existe un solo jugador capaz de corregir todas las deficiencias de un equipo.
Armado con ese conocimiento, y con la tercera selección global en el próximo Draft, Quinn y los Lions se acercan a la fecha del reclutamiento abiertos a cualquier opción. Eso incluye, desde luego, la posibilidad de cambiar su privilegiada posición en el Draft, siempre que llegue la oferta adecuada.
“Sí, puedo imaginarme un escenario, pero no es la idea. Obviamente, y dijo esto a cada rato, se necesitan de dos equipos para hacer un cambio”, dijo Quinn, quien admitió que ha tenido conversaciones sobre canjear su posición de privilegio en el Draft desde el Combine. “Cuando cambias hacia abajo, vas a caer después del 10 o el 11, y debes estar al tanto de las ramificaciones.
“Vas a obtener a un jugador de nivel distinto. Eso debe tomarse en cuenta en la compensación que vas a recibir y si te sientes bien de perder a uno de esos tipos que te gustaban más”.
No es fácil tomar ese tipo de decisiones, al menos no en una generación que se prevé cuente con mucho talento en la primera parte de la primera ronda. El hecho de que Detroit tenga tantos huecos que cubrir no facilita las cosas. Una cosa está clara. Si Quinn va a jalar el gatillo, lo hará antes de que llegue su turno, pues no pretende recibir ofertas mientras es momento de tomar la decisión de reclutar a un jugador que podría, o no, cambiar el rumbo de la franquicia.
Con tanto talento en la primera parte del Draft, las dos primeras selecciones parecen prácticamente definidas con Joe Burrow a Cincinnati y Chase Young a Washington, por lo que la verdadera intriga inicia, precisamente, en el tercer puesto. Ahí, Quinn tiene muchas posibilidades. Sabe que quiere un jugador de impacto inmediato, pero no tiene aún la certeza de concentrarse en una posición en específico o simplemente tomar al mejor jugador disponible.
Todas esas disyuntivas sin duda contribuyen a la disposición de cambiar el tercer pick, pues podrían sacrificar calidad a fin de obtener cantidad suficiente para cubrir la mayor cantidad de deficiencias. Considerando el estado de los Lions la temporada anterior, son muchas.
Detroit tuvo el 18vo ataque de la NFL la campaña anterior, un número engañoso considerando que el quarterback Matthew Stafford jugó apenas ocho partidos y que la unidad además cuenta con el talento de los receptores Marvin Jones, Kenny Golladay y el tight end T.J. Hockenson. Pero el verdadero problema viene en el costado de una defensiva que fue la 26ta de la NFL y perdió recientemente al que es, debatiblemente, su mejor jugador en el cornerback Darius Slay.
El cornerback de Ohio State Jeffrey Okudah, considerado por muchos como el mejor de la posición en el próximo draft, es una posibilidad sólida para ir a Detroit. Aunque, primero, Quinn debe decidir qué rumbo va a tomar para una franquicia que, parece, opera sin brújula desde hace varios años.