En más de cien años de historia, los 'Bombarderos del Bronx' han adquirido jugadores extraordinarios que forjaron un legado al que Gerrit Cole se une.
La llegada de Gerrit Cole al Yankee Stadium hace que todos los aficionados de los ‘Bombarderos del Bronx’ salten de regocijo. Para muchos, la contratación del serpentinero de 29 años representa la última pieza de una novena que busca la Serie Mundial número 28 de su historia.
Incluso para la gerencia de Brian Cashman el arribo de Cole era de suma importancia y desembolsaron $324 millones de dólares (que serán entregados en un plazo de nueve campañas), haciéndolo uno de los peloteros mejor pagados de las Grandes Ligas.
Pero el acuerdo de Cole es solo uno de múltiples movimientos que han realizado Yankees a lo largo de la historia para hacerse de jugadores que han dejado su marca en la organización de la Gran Manzana.
Babe Ruth
Antes de llegar New York, el ‘Bambino’ defendió los colores de Red Sox, archirrivales de Yankees. No obstante, para la campaña de 1920 ‘los Mulos de Manhattan’ pagaron $100 mil dólares por los servicios de Ruth ─una cifra récord para la época.
A pesar de ya haber probado las mieles de la victoria con Boston, con Yankees se consagró como una de las más grandes leyendas del baseball. Con NY consiguió cuatro banderines de campeón mundial, un MVP e impuso récord de cuadrangulares (el cual fue superado por Hank Aaron y Barry Bonds).
Lou Gehrig
En abril de 1923, sin querer, Yankees se hicieron de uno de sus jugadores más icónicos. El último día de ese mes, Gehrig firmó un convenio para unirse a New York, quienes estaban maravillados por el poder al bat del zurdo.
Y a pesar de iniciar en las Ligas Menores, el ‘Caballo de Acero’ debutó en las Mayores más adelante en el año, cimentándose como uno de los mejores toleteros que han vestido la franela a rayas.
Joe DiMaggio
En 1934, tras sufrir una rotura de ligamentos jugando con los San Francisco Seals de la Pacific Coast League, DiMaggio recibió la oportunidad de su vida. Yankees lo sometieron a exámenes médicos y después de determinar que se podría recuperar pagaron $50 mil dólares por el contrato del jardinero central, para desarollarlo y debutarlo un par de campañas más adelante.
Acierto de New York, que se hicieron de los servicios de un seleccionado a 13 Juegos de los Estrellas, nueve títulos de la Gran Carpa, tres MVPs de la Liga Americana y el récord de más juegos consecutivos con imparable (56).
Derek Jeter
De manera inesperada y como consecuencia de varios factores, Derek Jeter no fue reclutado en los primeros cinco turnos del draft de 1992 y Yankees lo tomaron a pesar de que existía la posibilidad de que el infielder retrasará su llegada a las Mayores y jugará baseball para la Universidad de Michigan.
La decisión resultó la correcta para ambas partes, que establecieron una de las épocas de bonanza más importante en el Yankee Stadium y que gestó los últimos cinco triunfos en Serie Mundial.
Mickey Mantle
La carrera del ‘Cometa de Commerce’ dio un giro de 180 grados en 1951. Una campaña antes jugaba en la extinta Western Association (considerada categoría inferior) y sorpresivamente recibió la invitación de Yankees, que rápidamente lo promovieron a las Grandes Ligas.
No es de extrañar que la organización neoyorquina sea la más ganadora en la historia. Con la llegada de Mantle a NY, la novena tenía en los jardineros a dos de los más grandes patrulleros de la historia (DiMaggio).
Yogi Berra
La llegada de Lawrence Peter Berra a New York también podría ser considerado un milagro. Dodgers intentaron firmar al catcher por $500 dólares, pero finalmente Yankees convencieron al pelotero ofreciéndole el mismo contrato.
Pero su arribo a las Mayores se retrasó por cuatro campañas debido a la Segunda Guerra Mundial. Aunque la espera valió la pena pues entregó 10 Series Mundiales a la novena como jugador y dos más como manager. Como si fuera poco, sumó un par como entrenador de Mets.
Alex Rodríguez
‘A-Rod’ llegó a las Mayores en 1994 y tras una década en la Gran Carpa recibió la oportunidad de su vida: Yankees lo adquirió a cambio de Alfonso Soriano y Joaquín Arías. Tres años después firmó un convenio de 10 años y $275 millones de dólares.
En el Yankee Stadium, Rodríguez acumuló siete llamados al Juego de las Estrellas, dos anillos de campeón, tres Silver Slugger, un Hank Aaron y lideró en par de ocasiones a las Mayores en el departamento de home runs (2005 y 2007).
Reggie Jackson
En 1997 Jackson inmortalizó su nombre en la historia de la Serie Mundial sin saberlo. El jardinero derecho firmó un acuerdo de 2.96 millones de dólares para llegar a Yankee Stadium. Ese mismo año, en el Clásico de Otoño se ganó el mote de ‘Mr. October’ por su increíble accionar.
Con Yankees, Jackson ganó un par de campeonato (en total ostenta cinco) y a pesar de solo haber jugado cinco campañas en NY se ganó el cariño de la afición y el jersey 44 que portó con la organización fue retirado.
Bernie Williams
El patrullero central recibió el mejor regalo que un joven de 17 años pudiera recibir: un contrato con Yankees. Aunque su primera aparición en las Grandes Ligas tuvo que esperar seis años.
En 1991, llegó el tan ansiado debut y de la mano de una generación dorada, logró cuatro títulos de campeón, el MVP de la Serie de Campeonato de la AL de 1996, cuatro Gold Glove y cinco Juegos de las Estrellas.
Jorge Posada
El caso del boricua retrata el trabajo de las sucursales de Yankees. Firmado en 1990, Posada pasó cinco años en Ligas Menores antes de ver su debut en la Gran Carpa en 1995.
Poco a poco, el catcher se ganó un puesto en el line up del equipo y no descansó hasta conseguir cinco llamados al Clásico de Media Temporada, cuatro anillos de campeón, cinco Silver Slugger y el ver retirado el número 20 que portó.
Paul O'Neill
El jardinero derecho llegó a Yankee Stadium en 1993 con gran cartel tras ocho años en Cincinnati y un anillo de campeón. Curiosamente, NY entregó al panameño Roberto Kelly para conseguir a O’Neill.
Con Yankees se mantuvo nueve años, hasta el fin de su andar por el profesionalismo y revivió su carrera logrando cuatro llamados al All-Star Game, cuatro banderines de campeón mundial y el título de bateo de 1994.
Whitey Ford
Un nativo de la ciudad de New York, Ford firmó con Yankees en 1947 y tres años más adelante debutó en las Mayores sorprendiendo a todos y ganando el premio del Novato del Año.
Tras una pausa al ser reclutado para la Guerra de Corea, regresó a NY y se mantuvo por 15 años más, donde logró seis anillos de campeón, el premio al Cy Young de 1961 y el MVP de la Serie Mundial ese misma campaña.
Phil Rizzuto
El parador en corto llegó a Yankees en 1937 como novato agente libre. Cuatro años más adelante debutó en las Mayores y para 1943 fue enlistado en el Ejército de Estados Unidos para participar en la Segunda Guerra Mundial.
A su retorno al Bronx, Rizzuto se quedó 11 años más en el equipo y durante cerca de década y media en la Gran Carpa consiguió siete campeonatos, cinco Juegos de las Estrellas y el MVP de la Americana en 1950.