Minnesota Vikings, cliente consentido de Seattle Seahawks
Minnesota ha perdido cinco en fila contra Seattle, que tiene un récord impresionante en juegos de prime-time bajo el mando de Pete Carroll.
Ganarle a Russell Wilson en su estadio. En diciembre. En prime-time... Eso es lo que tratarán de hacer los Minnesota Vikings el Monday Night Football, cuando visiten a los Seattle Seahawks en el cierre de la Semana 13 de la NFL.
Desde 2010, cuando el coach Pete Carroll llegó a Seattle, su equipo tiene récord de 28-5-1 en prime-time (18-2 en casa) y 9-2 en Monday Night Football.
El fin de semana se jugarán los primeros juegos decembrinos de la campaña y Wilson posee el mejor rating (102.5) en diciembre en la era del Super Bowl, léase desde 1966.
Pero los Vikings tienen argumentos de sobra para completar esta “misión imposible” en el CentruyLink Field, en un duelo con serias implicaciones de postemporada.
Kirk Cousins debe ser el quarterback más difamado de la liga. El quarterback de Minnesota vive con el estigma de que no puede ganar los juegos grandes, pero está 2-0 esta temporada en partidos nocturnos, incluido un triunfo en Dallas hace un par de semanas.
Desde la Semana 5, Cousins es líder de la NFL con rating de 126.5 y 18 touchdowns, y ha pasado para 2,021 yardas (tercero), con 73.3% de pases completos (segundo) y una sola intercepción.
No son números de un Pro Bowl. Son cifras de un All-Pro.
Y Cousins lo ha hecho sin contar con su mejor receptor, Adam Thielen, en tres semanas, incluidas las dos más recientes.
Se espera que Thielen (bíceps femoral), quien entrenó de manera limitada este viernes, esté de regreso el lunes por la noche en un ataque que es el octavo en cuanto a yardas y cuarto por la vía terrestre.
Ahí es donde entra Dalvin Cook, el versátil corredor de los Vikings que vive su mejor campaña como profesional. Cook es tercero en la NFL con 1,017 yardas terrestres, y está empatado en segundo lugar con 11 touchdowns por esa vía. Además, es segundo en yardas combinadas con 1,472, una marca de la franquicia para los 11 primeros juegos de una temporada.
Con Cousins, Thielen, Cook, el tight end Kyle Rudolph (al menos un touchdown en cuatro de los últimos cinco juegos) y el también receptor Stefon Diggs (tercero en la liga con un promedio de 19.1 yardas por recepción), la defensa de los Seahawks tiene uno de sus mayores retos de la campaña.
Esa defensiva de Seattle no es la “Legión del Boom” que llevó al equipo al Super Bowl hace unos años, pero sí es muy oportunista. La semana pasada en Philadelphia, los Seahawks forzaron cinco intercambios de balón, y son terceros en la liga con 24 takeaways.
En los cinco más recientes, Seattle ha forzado nueve fumbles y recuperado ocho.
Los Seahawks esperan el regreso de Jadeveon Clowney, quien se perdió un juego debido a una lesión en la cadera. Contra los 49ers, en la Semana 10, Clowney tuvo cinco tacleadas, una captura y se llevó un fumble hasta las diagonales en la única derrota de San Francisco hasta el momento.
Pero lo que realmente preocupa a Minnesota es Russell Wilson.
“Tenemos que ser disciplinados y estar en donde se supone que tenemos que estar porque él avanza, retrocede, va a la izquierda, va a la derecha”, dijo Mike Zimmer, coach de los Vikings. “Los receptores hacen un gran trabajo cuando él comienza a moverse”.
Zimmer y su coordinador defensivo, George Edwards, hicieron un gran trabajo contra Wilson la campaña pasada, al limitar al elusivo quarterback en 72 yardas, sin touchdowns y una intercepción. Esas 72 yardas son lo más bajo en su carrera.
Aún así, los Seahawks ganaron 21-7, con el único touchdown de los Vikings a 1:10 del final del juego, cuando Cousins y Cook se combinaron en jugada de seis yardas.
Cousins, por cierto, podría hacer historia en Seattle, pues suma 177 pases consecutivos sin intercepción. El récord de la franquicia es de 193, impuesto por Warren Moon en 1995.
Cousins y los Vikings tendrán que romper una nueva maldición la noche del lunes: incluidos Playoffs, han perdido cinco en fila ante Seattle, y su récord después de la semana de descanso es de 2-7 en las nueve temporadas más recientes.
“Este es un juego grande para los dos. Sabemos lo que está en juego”, dijo Eric Kendricks, linebacker de los Vikings. “En lunes en la noche, en Seattle, lo hace un poco más grande todavía. Pero tienes que vivir para esta clase de momentos, ¿cierto?’”.
¿Vivirán los Vikings para este momento?