Football de la vieja escuela que sí da resultado en la NFL
Debido a la ausencia de Drew Brees, el coach Sean Payton le ha cambiado la identidad a New Orleans, que ha ganado cinco en fila con defensa y buen ataque terrestre.
“Encuentra los roles para tus hombres”, dijo el coach Sean Payton al final del juego entre sus Saints y los Chicago Bears. De los cinco triunfos en fila de New Orleans, el de este domingo es el más sobresaliente.
Los Saints, que desde la Semana 2 perdieron al quarterback Drew Brees con una lesión de ligamentos en el dedo pulgar derecho, tampoco contaron con el corredor Alvin Kamara para el duelo en Chicago.
Brees y Kamara son dos de los tres playmakers de la ofensiva de New Orleans, pero el coach Payton ha encontrado los roles para sus hombres y también la manera de ganar.
Latavius Murray suplió al lesionado Kamara (tobillo, rodilla) y lo hizo con un espectacular juego de 119 yardas y dos touchdowns, en el contundente triunfo de los Saints, 36-25 sobre los Bears.
Payton, un ex quarterback en la NFL al que por naturaleza le gusta atacar a sus rivales por la vía aérea, le ha cambiado la identidad a su equipo en las últimas semanas y ha ganado con la receta de la abuela: correr y jugar defensiva.
En los cuatro juegos más recientes, la ofensiva terrestre de New Orleans promedia 121 yardas. En esos mismos cuatro partidos, la defensiva ha permitido, en promedio, 54.7 yardas por tierra.
Mención especial merece Teddy Bridgewater, quien ahora está 5-0 desde que suplió a Brees.
Ante Chicago, pasó para 281 yardas y dos touchdowns. Michael Thomas fue su objetivo favorito: nueve recepciones y 131 yardas.
Bridgewater sólo ha sufrido dos intercepciones y eso complementa perfecto el estilo de juego de los Saints.
Con él en los controles, New Orleans promedia 368.2 yardas por juego, nueve menos que las 379.2 que totalizó el equipo en 2018 con Brees.
“Yo diría que tenemos mucha confianza. Jugamos este juego con confianza”, dijo Bridgewater. “Y mira nuestra defensa, están volando. Creo que en un momento del juego mantuvo a Chicago en cuatro primeros y 10. Si puedes hacer eso en el lado defensivo del balón, sólo le da más confianza a la ofensiva. Si sólo podemos anotar 21 puntos, nuestra defensa hará el resto”.
La defensa hizo miserable el regreso de Mitchell Trubisky.
La ofensiva de Chicago sólo generó 252 yardas, se fue 2-12 en tercer down, perdió dos fumbles y apenas produjo 17 yardas por tierra.
New Orleans dominó el tiempo de posesión 37:26 contra 22:34 de los Bears.
“Si nos miras en general en el juego ofensivo, defensivo y de equipos especiales, creo que estamos jugando football complementario en este momento”, agregó Bridgewater. “Por supuesto, no es tan bonito como nos gustaría que fuera. Pero nos está funcionando, estamos ganando”.
El ala defensiva Cameron Jordan es el líder del equipo con siete capturas de quarterback, incluidas cuatro en las dos semanas más recientes: dos en Jacksonville y dos más en Chicago, con lo que llegó a 17 partidos en su carrera con al menos dos sacks.
“Defensivamente fuimos estupendos otra vez”, reconoció Payton. “No les permitimos un primero y 10 por tierra. Ellos se acercaron, pero en la segunda mitad corrimos mejor. Ganamos la batalla en el frente. Eso fue significativo. Si ganas ahí, vas a ganar la mayoría de los juegos”.
Y así es como los Saints han ganado cinco en fila.
La buena noticia es que Drew Brees está listo para regresar a entrenar, aunque originalmente se informó que estaría fuera de seis a ocho semanas.
Pero incluso con Brees de regreso, New Orleans no debe cambiar su nueva identidad.
Habrá juegos en los que Payton pueda echar mano de su quarterback estrella y lanzar el balón 40 veces, pero no hay por qué modificar lo que hasta ahora ha funcionado muy bien.
“Es difícil ganar partidos si no puedes correr el balón con alguna consistencia”, dijo Payton. “Nosotros frenamos la carrera. Y conforme el juego avanzó, corrimos bien el balón”.
Football de la vieja escuela.
Aún funciona. Y por ello creo que los Saints son el mejor equipo de la NFC, quizá de la NFL, y Sean Payton tiene que ser nombrado, por segunda vez en su carrera, Coach del Año.
Porque él sí sabe encontrar los roles para sus jugadores.