Los Colts hicieron lo que Dallas ha dejado de hacer
Indianapolis derrotó como visitante a Kansas City Chiefs con ataque terrestre y defensa, algo que los Cowboys abandonaron en los dos juegos más recientes.
Kellen Moore es un extraordinario coordinador ofensivo. Creo que es el candidato natural a convertirse en el próximo head coach de los Dallas Cowboys… cuando Jerry Jones decida darle las gracias a Jason Garrett, claro.
Pero Moore (un ex quarterback) se ha olvidado del ataque terrestre en las dos semanas más recientes que, curiosamente, han sido derrotas para los Cowboys.
Es verdad que la defensa de Dallas tuvo su peor partido desde principios de 2017 (Aaron Jones terminó con 182 yardas combinadas), pero la ofensiva pudo ayudar más si no abandona la carrera.
Los Cowboys únicamente corrieron el balón en 21 ocasiones, incluidas cuatro carreras de Dak Prescott. Y por segunda semana en fila un tal Ezekiel Elliott fue subutilizado.
“Zeke” sólo tuvo 12 acarreos para 62 yardas; en la derrota en New Orleans, 18 para 35.
Hasta donde recuerdo, Elliott es uno de los mejores corredores de la NFL y no usarlo adecuadamente les puede costar a los Cowboys más derrotas en el camino.
El domingo en casa, Prescott intentó 44 pases y sufrió tres intercepciones, que los Green Bay Packers convirtieron en 10 puntos.
La segunda intercepción fue al inicio del segundo cuarto, cuando Dallas perdía 14-0.
Muy rápido Moore entró en pánico y confió en que podría regresar al partido de la mano de Prescott. Bueno, ahí está el resultado.
Dallas ahora está 3-2, con derrotas ante Saints y Packers, equipos que muy probablemente veremos en Playoffs. El siguiente domingo los Cowboys reciben a los New York Jets, que sólo aceptan 87.5 yardas terrestres por juego. ¿Cuál será el plan de Moore?
COLTS DE LA “VIEJA ESCUELA”
Los que dieron una clase abierta fueron los Indianapolis Colts, que para sorpresa de muchos se metieron al Arrowhead y le quitaron lo invicto a los Kansas City Chiefs con la receta de la abuela: correr y jugar defensa.
El plan de juego del coach Frank Reich fue tan simple como exquisito. Los Colts corrieron en 45 ocasiones, lo más alto desde el 10 de diciembre de 2017 (46 en Buffalo) y sumaron 180 yardas por tierra, incluidas 132 de Marlon Mack, una marca personal.
Con esta ofensiva de control de balón, Indianapolis dominó el tiempo de posesión con 37:15 minutos, contra 22:45 de los Chiefs.
En el último cuarto, Indianapolis montó un drive de 14 jugadas y 8:34, y apenas recorrió ¡35 yardas! De esas 14 jugadas, 11 fueron por tierra.
“Para ser honesto, esa es la mejor manera”, dijo el quarterback de Indianapolis, Jacoby Brissett. “Ahí es cuando sabes que te robas la voluntad de un equipo, cuando saben que estás corriendo la pelota, y nosotros sabemos que estamos corriendo la pelota”.
En un momento del juego, Brissett fue a la banca y le dijo a Reich: “Sólo corre el balón”.
Si a eso le agregamos un extraordinario trabajo defensivo, el resultado es limitar en 13 puntos al mejor ataque del planeta, que, por cierto, depende demasiado del juego aéreo.
Indianapolis rara vez le mandó un blitz a Patrick Mahomes. El plan fue presionarlo con cuatro frontales y defender el pase con siete hombres en coberturas man-to-man.
Los Colts capturaron en cuatro ocasiones a Mahomes, quien estuvo bajo presión toda la noche y además fue golpeado ocho veces.
Así, la racha de juegos con 25 puntos o más terminó para los Chiefs.
Las ofensivas spread o el “happy-pass” pueden ser la tendencia en la NFL, pero los equipos que corren el balón y juegan defensa son los que realmente tienen la fórmula ganadora.
“Cuando un equipo sabe que estás corriendo y sigues avanzando, controlando el reloj y ganando yardas, impones tu voluntad”, agregó Brissett.
Absolutamente de acuerdo.