44 quarterbacks y contando
La cuarta parte de la temporada regular #NFL ya se fue. La urgencia de tener un quarterback competitivo ha provocado que doce suplentes hayan tomado ya el mando, por lesión o baja de juego del inicialista.
Josh Rosen, por baja de juego Ryan Fitzpatrick, en Miami
Matt Barkley, por conmoción de Josh Allen, en Buffalo
Trevor Siemian, por enfermedad de Sam Darnold, y Luke Falk, por lesión de Trevor Siemian, en NY Jets
Mason Rudolph, por lesión de Ben Roethlisberger, en Pittsburgh
Gardner Minshaw, por lesión de Nick Foles, en Jacksonville
Jacobby Brissett, por el retiro de Andrew Luck, en Indianapolis
Daniel Jones, por baja de juego de Eli Manning, en NY Giants
Dwayne Haskins, por baja de juego de Case Keenum, en Washington
Chase Daniel, por lesión de Mitch Trubisky,en Chicago
Teddy Bridgewater, por lesión de Drew Brees, en Nueva Orleans
Kyle Allen, por lesión de Cam Newton, en Carolina
¿Cuántos más?
No sé cuántos pero serán muchos más, de eso no tenga duda. La temporada pasada fueron sesenta. Tan sólo los Buffalo Bills utilizaron cuatro en el 2018, Nate Peterman, Derek Anderson, Matt Barkley, y finalmente Josh Allen.
La exigencia de tener un quarterback competitivo y construir a su lado el equipo, provoca movimientos desesperados. Vea a los Washington Redskins. Apostaron por Case Keenum, un veterano respetable, sin grandes logros pero con sólidas actuaciones. Entre el lunes ante Chiago y el primer medio del domingo pasado contra NY Gigants, Keenum lanzó 5 intercepciones. Suficiente.
La desesperación de salvar una temporada que ya está 0-4, llevó al coach Jay Gruden a dar la titularidad al novato Dwayne Haskins, proyectado como el mejor prospecto colegial de este año. Tan sólo en el segundo medio ante los Giants, Haskins lanzó 3 intercepciones.
¿Y ahora qué?
Washington también tiene en rehabilitación, por fractura de tibia y peroné, al veterano Colt McCoy. No dude que sea la nueva alternativa en este caótico año que tiene todas las señales de que le va a costar el puesto al coach Gruden.
Salgamos de fatalidades porque también hay historias maravillosas. La NFL es una liga donde lo más difícil es conseguir una oportunidad. Existen tantos filtros y evaluaciones que resulta muy difícil conseguir una.
Gardner Minshaw y Kyle Allen son dos quarterbacks de quienes los scouts NFL deberían dar una explicación, por qué fueron sub valuados, subestimados, y hoy empiezan a transformar a Jacksonville y Carolina, en una historia que bien podríamos comparar con la Cenicienta.
De ellos hablaremos la próxima vez.