Jorge Mágico González, el crack salvadoreño que no quiso serlo

Se trata del mejor futbolista salvadoreño en la historia, quizás hasta pudo ser el mejor centroamericano, por encima incluso del guardameta Keylor Navas. Algunos hasta atraven a señalar que pudo estar a la altura de cracks como Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Pelé, Diego Armando Maradona, entre otros.

Hoy 13 de marzo cumple 64 años, Jorge Alberto 'Mágico' González Barillas, un artista sobre las canchas y que fue una de las grandes figuras del Cádiz de España, pero que incluso pudo haber jugado en grandes clubes sino fuera por su indisciplina y su poca determinación.

Con apenas 17 años, el Mágico inició su carrera con la camiseta de ANTEL, en la Liga Mayor de El Salvador, allá por el año 1975. Sus grandes cualidades no fueron desapercibidas por los mejores visores del país, y es como llegó al CD FAS, donde estuvo cuatro temporadas.

Sus goles y gambetas lo llevaron a ser comparado con grandes figuras de talla mundial, y pusieron a soñar a la Selección de El Salvador con lograr la clasificación a la Copa del Mundo de España 1982. Los centroamericanos lograron el boleto para disputar el certamen de la mano del 'Mágico'. Pudo ser un histórico, pero no quiso serlo.

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Dejó plantado al PSG

A pesar de la mala actuación que tuvo El Salvador en la Copa del Mundo, llamó la atención de varios clubes, entre ellos el PSG, quien decidió contactar al futbolista centroamericano. Tenían todo arreglado, pero el futbolista decidió no presentarse al lugar en el que lo esperaban para firmar contrato.

Apareció el modesto Cádiz, quien le dio la libertad de jugar a pesar de su indisciplina. El 'Mágico' era un tipo al que le gustaba la vida nocturna e incluso muchas veces no se presentó a los entrenamientos por haberse quedado dormido. La disciplina nunca fue una cualidad del talentoso futbolista.

A prueba con el Barcelona

El Cádiz descendió y las oportunidades no faltaron. Un nuevo equipo grande llamó a su puerta. El Barcelona lo invitó a entrenar con el primer equipo e incluso hizo los méritos para quedarse. Sin embargo, tras un incidente en el hotel en que se hospedaba el cuadro catalán, hubo un incendio en el que todos salieron excepto a él, quien fue visto en la cama, no precisamente durmiendo.

"Reconozco que no soy un santo, que me gusta la noche y que las ganas de juerga no me las quita ni mi madre. Sé que soy un irresponsable y un mal profesional, y puede que esté desaprovechando la oportunidad de mi vida. Lo sé, pero tengo una tontería en la cabeza: no me gusta tomarme el fútbol como un trabajo. Si lo hiciera no sería yo. Sólo juego por divertirme" reconoció el 'Mágico'.