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Super Bowl LVI

Joe Burrow parece destinado a hacer historia con los Bengals

Joe Burrow lideró a los Bengals al tercer Super Bowl de su historia y podría terminar con la malaria de un club incorporado a la NFL desde 1968.

Estados UnidosActualizado a
Joe Burrow lideró a los Bengals al tercer Super Bowl de su historia y podría terminar con la malaria de un club incorporado a la NFL desde 1968.
Jeff DeanAP

La gesta de Joe Burrow al frente de los Bengals no es cosa fácil. El pasador de 25 años llevó a Cincinnati a su tercer Super Bowl y podría convertirse en el pasador que entregue a la organización su primer trofeo Vince Lombardi. El conseguir la meta parece improbable, pero para el QB de Iowa nada es imposible.

Desde sus primeros años, Burrow (nacido el 10 de diciembre de 1996 en Ames, Iowa) conoció profundamente las entrañas del football. Jim Burrow, padre del ahora miembro de Cincinnati, fue un defensive back con siete campañas como profesional (solo una en la NFL) y durante la infancia del QB sirvió para las universidades de Nebraska, North Dakota State y Ohio.

Fue en su etapa con los Bobcats, que Joe Burrow ingresó a la preparatoria de Athens, Ohio, donde se entrenó bajo las órdenes de Nathan White. Pero el pasador no solo se limitó a jugar football; Jim reveló que mostró aptitudes en el basketball y el baseball.

Con los Athens Bulldogs Burrow no pasó desapercibido y en tres campañas acumuló 11,146 yardas, 157 touchdowns, además de los primeros siete triunfos en playoffs en la historia de la escuela.

Ante tales credenciales, Ohio State no se tardó mucho en posar sus ojos en Burrow y el pasador se comprometió con los Buckeyes.

De la banca al estrellato

Bajo la tutela de Urban Meyer, Burrow no pudo florecer. Tras estar inactivo en 2015, sirvió como suplente de J.T. Barrett por dos campañas y para 2018, ante la designación de Dwayne Haskins como titular de Ohio State, Burrow tomó la decisión más sentaba de su carrera hasta el momento: transferirse a LSU.

En Baton Rougue, a casi mil millas de distancia de los Buckeyes y cobijado por Ed Orgeron, Joe Burrow demostró su talento. En su primera temporada con los Tigers, el programa fue el sexto mejor de la nación y en 2019 le probó a Meyer su error.

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En su último año, Burrow tuvo un año para la historia con LSU, tras ganar el trofeo Heisman y coronó su paso por la universidad con el título nacional al derrotar a Clemson en el Juego por el Campeonato de la NCAA ─primer título de la escuela en más de una década. En total, con la universidad de Louisiana registró 8,565 yardas, 76 touchdowns y 11 intercepciones.

A probar su valor

Con ese año histórico en LSU, los dividendos de Burrow de cara al Draft 2020 crecieron al grado que los Bengals lo reclutaron con la primera selección global del reclutamiento. De impacto inmediato, la campaña del QB novato se truncó antes de lo esperado por una lesión de ligamentos en la rodilla izquierda que lo dejó inactivo por los últimos seis juegos de la campaña.

En su segundo año como profesional, Cincinnati cumplió la demanda de Burrow y reclutó a Ja'Marr Chase, excompañero del pasador durante su paso por LSU. La temporada 2021 también fue coyuntural para Burrow, quien además de liderar a los Bengals a su primer título divisional desde 2015, los llevó al Super Bowl por primera ocasión desde 1988.

Para coronar una gesta que los tiene a un triunfo del primer título del club en la historia, Burrow sumó 366 pases, 4,611 yardas, 34 anotaciones, 14 entregas de balón y rating de 108.3.