Rams y Chiefs, favoritos para disputar el Super Bowl LVI
Los Angeles Rams y Kansas City Chiefs partirán como favoritos el próximo domingo en los Juegos de Campeonato de la NFC y AFC, respectivamente.
Los casinos de Las Vegas ya tienen a sus favoritos para jugar el Super Bowl LVI.
Los Rams inician la semana con un spread de -3 para vencer a los San Francisco 49ers, mientras los Kansas City Chiefs fueron colocados por las casas de apuestas con una línea de -7 sobre los Cincinnati Bengals.
Curiosamente, tanto Rams como Chiefs perdieron ante Niners y Bengals en la temporada regular.
Cincinnati derrotó 34-31 a Kansas City en la Semana 17.
San Francisco barrió la serie anual contra los Rams, su rival divisional; en la Semana 10, los 49ers se impusieron 31-10 en casa y en la Semana 18, la última del calendario regular, los angelinos perdieron en casa 27-24, en tiempo extra, en un juego que ganaban 17-0 a la mitad del segundo cuarto.
De hecho, San Francisco le ha ganado seis en fila a los Rams y el duelo entre los coaches lo pierde Sean McVay 3-6 ante Kyle Shanahan.
La victoria más reciente de los Rams sobre los gambusinos fue en 2018, 48-32 en Los Angeles.
¿Uno más en su propio estadio?
Los Rams buscan convertirse en el segundo equipo de la historia que juega el Super Bowl en casa, un año después de que los Buccaneers se coronaron en su propio estadio, tras vencer 31-9 a Kansas City.
Si los Chiefs ganan el domingo, avanzarán a su tercer Super Bowl en fila, algo que solo ha logrado Buffalo. Los Bills jugaron cuatro Super Bowls consecutivos entre 1990 y 1993, con derrotas ante Dallas (dos veces), Giants y Washington.
Por lo pronto, Kansas City es el primer equipo de la historia que juega cuatro Campeonatos de Conferencia consecutivos en casa.
Si los favoritos se imponen, el Super Bowl LVI podría ser un juego de muchos puntos, con Patrick Mahomes, Travis Kelce y Tyreek Hill de un lado y del otro Matthew Stafford, Cooper Kupp y Odell Beckham Jr.
El duelo más reciente entre Chiefs y Rams fue en 2018 y terminó 54-51, en favor del equipo angelino, en un partido que, por cierto, debió jugarse en el Estadio Azteca de la Ciudad de México, pero que no pudo llevarse a cabo debido a la malas condiciones de la cancha.