Aaron Rodgers analizará ser operado tras la semana de descanso de los Packers
Aaron Rodgers sufrió una fractura en el dedo del pie durante su ausencia de los entrenamientos de los Packers tras dar positivo por COVID-19.
Con una fractura en los dedos del pie, Aaron Rodgers se niega a pasar por el quirófano para tratar la afección. No obstante, si es estrictamente necesario el vigente MVP está dispuesto a una cirugía menor.
En una de sus recurrentes visitas al Pat McFee Show, el quarterback de 37 años indicó que la lesión ha mejorado y esperara a que pase la semana de descanso de los Packers (pactada para la décima tercera jornada de la campaña) para determinar si debe ser intervenido. Agregó que solo aceptará una cirugía si no lo margina de la actividad.
"Comparando este lunes con el lunes anterior, definitivamente se siente mejor. Seguiré mi tratamiento. Espero evitar el quirófano, pero en caso de necesitarla debe ser una intervención menor, no debe quitarme tiempo", explicó el pasador. "Es un requisito para cualquier cirugía, no perder tiempo. Evaluáremos esto la próxima semana y tomaremos una decisión. Podría ser operado el lunes o martes y jugar el domingo".
Las recientes palabras de Rodgers cambiaron la perspectiva del pasador en torno a un procedimiento quirúrgico. Ian Rapoport y Tom Pelissero reportaron que el pasador preferiría una recuperación convencional.
Los motivos de la negativa
Por otra parte Rodgers, quien viene de una actuación de 307 yardas y dos touchdowns ante los Rams, indicó que no quiere ser operado pues eso mermará su capacidad de moverse detrás de la bolsa de protección.
"La cirugía inmovilizaría el dedo. Eso sería un problema toda la campaña. Evitaría mayor desplazamiento, pero sin movilidad", apuntó. "Esperamos que con una semanas, pueda sanar lo suficiente. Vamos a revaluar la situación esta semana y la próxima. Pero nuestra meta es no tener una cirugía".