El Salvador y Honduras empatan con decepcionante apagón
Los dos equipos nunca mostraron grandes ideas al frente y la pérdida de luz por un momento en el Cuscatlán sentenció un encuentro para el olvido.
El revuelo por el partido entre Honduras y El Salvador terminó por ser mucho más grande que el partido en sí. Toda la semana se habló de rivalidad, la historia entre los dos, las rachas de derrotas y victorias, pero ni esto incentivó a las Selecciones en dar un espectáculo que se asemeja a la narrativa. Poco fútbol se pudo desprender en un empate a cero tantos y tan decepcionante era el desarrollo del encuentro, que el estadio decidió dormirse un momento.
En cuanto el silbato inicial se dio, el Cuscatlán se vino hacia abajo. El odio por el rival es tan fuerte que al primer reclamo de Romell Quioto comenzaron a caer vasos desde las gradas. El juego cambiaba de momento cada pequeño lapso de diez minutos, pero nadie tenía claridad frente al arco a pesar de algunos disparos desviados en tiros libres o intromisiones desde las bandas. Cerca de los 30 minutos fue que Jairo Henríquez y Bryan Tamacas empujaron más por la banda derecha, pero el primer disparo importante lo dio Joaquín Rivas al intentar desde fuera del área y mover por primera vez a Luis López del centro del arco.
Un choque de cabezas entre Eriq Zavaleta y Romell Quioto después encendería las alarmas en el banquillo de Fabián Coito, pero todo salió en orden. Bueno, no todo, ya que el partido perdió revoluciones; sólo un suspiro más inundó la casa de Alianza en un tiro de Tamacas, pero este fue de nuevo desviado por López y no se marcó el tiro de esquina que se merecían. Al descanso se fueron con el empate de redondos y había poco que esperar al regreso porque no sólo era el resultado, sino la manera de jugar de los dos.
Aunque la injerencia de El Salvador cada vez era más al frente, la ausencia de un nuevo nominal era clarísima y más cuando a Rivas no le pueden llegar los balones de ningún lado. Por ello, aunque el juego fuera de ellos, los catrachos se fueron encontrando al frente con el ingreso de Edwin Rodríguez hasta que un apagón mató el partido. Luminarias en el sector defendido por Honduras se apagaron alrededor del minuto 65 y por poco más de 15 minutos se detuvo el partido sin una solución. Árbitros, comisario y jugadores platicaron por buscar una solución y todo quedó en esperar hasta que la luz se volvió a hacer en el estadio.
Desafortunadamente, eso apagó la energía y poco ritmo que presentaban los equipos. Tal fue la manera en que desaparecieron las ganas de jugar, que Honduras prefirió meterse por el resto del encuentro en su mitad de campo. De seis a ocho hombres se subían al barco ofensivo de los anfitriones, pero era imposible que hilarán decisiones para llegar al área. Lo mejor pasó en el último par de minutos de los miles agregados por el apagón; Edwin Rodríguez encendió preocupaciones en las gradas primero y luego en un tiro de esquina vino un remate de cabeza a primer palo que Mario González se quedó a nada de no poder detener. Eso encendió los ánimos, mas no se pudo siquiera romper la igualada cuando Narciso Orella disparó cerca del medio campo para acelerar el corazón del Buba López, quien vio pasar el balón apenas arriba de su portería antes del silbato final.
Dos puntos en dos partidos y los dos buscarán cerrar la triple fecha con algo más que seguir cediendo unidades al rival.
¿Qué encuentros siguen para Honduras y El Salvador?
Al momento de terminar el encuentro entre Honduras y El Salvador, estos lograron ubicarse en tercera y quinta posición, respectivamente. Para los catrachos, esto no es un gran problema, pero sí para El Salvador que no puede alejarse más de la zona de clasificación. Por lo tanto, Honduras tendrá que ser muy cuidados el próximo miércoles 8 de septiembre ante Estados Unidos, mientras que los salvadoreños no tendrán tan fácil tarea para corregir camino al salir de casa por primera vez en el Octagonal y tener que enfrentar a Canadá.