Davante Adams se irá a donde esté el dinero
El estelar receptor de Green Bay no pretende hacer ningún tipo de descuento en sus negociaciones contractuales.
El futuro de Davante Adams está ligado exclusivamente a un color y a un nombre.
El color es el verde, y no necesariamente por Green Bay. El nombre no es Aaron Rodgers, sino Benjamin Franklin, aquel expresidente que adorna los billetes de 100 dólares. Así de sencillo.
Luego de unas largas e infructuosas negociaciones con los Packers para extender su contrato más allá de esta temporada, Adams solo tiene una petición. Y es infranqueable en su postura: Recibir lo que cree que merece.
¿Y qué es lo que el All-Pro cree que merece?
“Me gané el derecho a ser el mejor pagado de la liga”, respondió sin tapujos durante su conferencia de prensa del miércoles.
Al día de hoy, sigue sin quedar claro si el cheque más gordo de la NFL para un wide receiver saldrá de las arcas de Green Bay o si tendrá el logotipo de otro equipo a partir de la temporada 2022. El mismo Adams lo desconoce y únicamente está dispuesto a admitir que las negociaciones no marchan como deberían.
“Estamos en un punto muy complicado”, dijo sobre una posible extensión. “Lamentablemente, no pudimos progresar”.
Para cualquier equipo, en especial uno que ha llegado a la Final de la NFC los últimos dos años, retener a largo plazo a un jugador del calibre de Adams debería ser una prioridad. Sin embargo, la incertidumbre en cuanto al All-Pro es un fiel reflejo de lo que sucede en el equipo.
Si bien Adams dejó muy en claro que su futuro y el de Rodgers no están necesariamente vinculados ─“¿En qué otra profesión aceptas menos de lo que mereces?”, preguntó─ la realidad podría ser que para los Packers resulte imposible separar los nombres de Adams y Rodgers.
En los últimos días, Green Bay logró lo impensable al convencer a Rodgers de recomprometerse con el equipo, aunque no hay una garantía de ninguna de las dos partes de que dicho compromiso se extienda más allá de la próxima temporada.
Por lo mismo, Green Bay tal vez no esté del todo dispuesto a destinar una buena parte de su tope salarial en Adams cuando del otro lado del balón esté un quarterback del que no se garantiza que pueda explotar el innegable talento de su explosivo receptor.
No solo es cuestión deportiva. Con una eventual salida de Rodgers y sin el contrato de Adams en los libros para 2022, los Packers tendrían la puerta abierta de par en par para una renovación total. Después de todo, lo más factible es que Green Bay difícilmente se mantenga en los primeros planos de la conferencia sin su pasador MVP.
Si Adams va a recibir lo que cree que merece, la primera virtud que tendrá que demostrar no son unas manos seguras o unas rutas perfectas, sino paciencia.