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Carlos Correa se queja de los abucheos de los aficionados de los Yankees

El shortstop de los Astros describe a Nueva York como una afición “sin clase” después del segundo juego de la serie en el Bronx.

Estados Unidos
El shortstop de los Astros describe a Nueva York como una afición “sin clase” después del segundo juego de la serie en el Bronx.
Frank Franklin IIAP

En Estados Unidos tienen una frase que, traducida al español, es más o menos: “No cometas el delito si no puedes con la sentencia”. En otras palabras, no hagas trampa si no vas a tolerar los abucheos.

Carlos Correa no recibió el memo.

El shortstop puertorriqueño de los Houston Astros se quejó amargamente la noche del miércoles después de que él y sus compañeros fueron objeto de fuertes abucheos, insultos y burlas de la afición de los Yankees en la primera visita del equipo a Nueva York desde que se reveló el escándalo de robo de señales que catapultó a la novena texana a un título de Serie Mundial.

Los Yankees permitieron que los aficionados me atacaran personalmente y, más importante aún, a una de las mejores personas de este planeta en José (Altuve)”, dijo Correa después de la derrota de 6-3 ante los Bombarderos del Bronx. “Nueva York no tiene clase y MLB necesita intervenir”.

Si bien es cierto que en muchas ocasiones los aficionados cruzan la línea entre el ámbito personal y el deportivo ─y cualquiera que haya estado en un partido en Yankee Stadium puede constatarlo─ también es cierto que los Astros cruzaron la línea de lo legal a lo ilegal. Lo lógico es recibir al menos parte del escarnio.

Algunos jugadores de los Astros aceptan los abucheos mejor que otros. Aunque, en honor a la justicia, no todos los jugadores recibieron el mismo tono de desprecio.

“Amigos, no fue tan malo”, dijo el pitcher Lance McCullers Jr. “Esta bien, está bien. Somos adultos”.

Correa no lo ve de esa forma. Si bien es prácticamente un hecho que durante el encuentro no recibió precisamente ninguna invitación a cenar con su familia, también es un hecho que solicitar la intervención de Grandes Ligas es exagerado. Por decir lo menos.

Después de todo, el puertorriqueño fue de los que menos remordimiento mostró una vez que se reveló el escándalo y las sanciones subsecuentes ─en donde todos los peloteros, involucrados o no, recibieron inmunidad.

Más importante aún, Correa se expresó con una mezcla de arrogancia y sarcasmo cuando Houston alcanzó la Serie de Campeonato de la Liga Americana apenas meses después de que darse a conocer el escándalo. Por supuesto que eso sucedió frente a estadios vacíos.

“Sé que muchas personas están enojadas. Sé que muchas personas no quieren vernos aquí. ¿Qué van a decir ahora?” preguntó Correa en septiembre pasado después de que Houston eliminó a Minnesota en la postemporada.

La respuesta tardó en llegar. Y a Correa no le gustó.