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Philadelphia Eagles

Carson Wentz es la viva imagen de la mediocridad

Las dudas sobre la seguridad laboral del quarterback de los Eagles son cada vez más constantes y abiertas.

Estados Unidos
Las dudas sobre la seguridad laboral del quarterback de los Eagles son cada vez más constantes y abiertas.
ELSAAFP

En tierra de ciegos, como lo ha resultado ser el Este de la Conferencia Nacional, el tuerto es el rey. El problema, sin embargo, es detectar quién es el tuerto en un sector en donde ningún equipo ha logrado resaltar y muchos parecen ni siquiera querer ocultar su mediocridad.

Al frente de esa lista, sin dudas, debe estar Carson Wentz, quien en 2020 ha llegado a personificar la mediocridad.

Si bien los Philadelphia Eagles se aferran a la cima del sector cortesía de un milagroso empate ante Cincinnati en la semana 3, Wentz va en un trayecto sin escalas hacia una temporada históricamente mala, en medio de rumores sobre su seguridad laboral y reportes de que simplemente ha perdido toda la confianza después de ver a Nick Foles ganar un Super Bowl y de ver a su equipo tomar a un quarterback en la segunda ronda del pasado Draft.

Es difícil hacer caso omiso de esos reportes cuando Wentz da una miserable actuación tras otra, domingo a domingo. En la actual temporada, es el único quarterback en iniciar todos los juegos del actual calendario y no tener un juego con al menos 100 puntos de rating, vamos, ni siquiera de 92.

Esa estadística es apenas el resultado de su mediocridad. El hecho de que Wentz encabece actualmente a todos los pasadores de la liga en intercepciones, fumbles y sacks bien podría ser la causa.

Con sus dos intercepciones el domingo ante los Browns, Wentz empató una marca personal de 14 que impuso en su temporada de novato, desde entonces no había lanzado más de siete en una sola campaña de su carrera. Y, con su titularidad asegurada –al menos en las palabras del coach Doug Pederson–, Wentz aún tiene seis juegos para imponer un nuevo récord personal.

En cuanto a los balones sueltos, Wentz tiene 10 en lo que va del año, es decir, uno más que el segundo lugar Joe Burrow, quien ya no tendrá la oportunidad de aspirar a este liderato de mediocridad. Pero los fumbles siempre han sido un problema en la carrera de Wentz, quien tiene 58 y encabeza por mucho este departamento desde que ingresó a la liga en 2016.

Sus balones sueltos bien podrían estar relacionados con las 40 sacks que ha sufrido en el calendario actual. Ningún otro quarterback ha sido derribado más de 33 veces en la campaña y las 40 capturas en su contra ya también son una marca personal para Wentz en una sola campaña, a falta de seis encuentros.

De las tres categorías, la de capturas bien podría ser la más preocupante. Es un claro indicativo de que Wentz no está suficientemente consciente de lo que sucede a su alrededor o simplemente ha perdido la confianza para tomar decisiones y jalar el gatillo lo suficientemente rápido. Claro que tener una línea ofensiva por demás parchada frente a él no ha sido de ayuda.

Wentz, sin embargo, aún tiene la oportunidad de cambiar el rumbo de su temporada y la de los Eagles. Desafortunadamente para Phily, lo mismo puede decirse de sus otros tres compañeros de la NFC Este.