Darnold y los Jets salen a la defensa de Adam Gase
Nueva York tiene marca de 0-3 y todas sus derrotas esta temporada han sido por al menos 10 puntos.
Pocos, muy pocos equipos se han visto tan mal en este inicio de temporada como los Jets. Tal vez, los Falcons pero por razones muy distintas.
¿Qué tan mal han jugado los Jets en este inicio de temporada? Lo suficiente como para que Dan Orlovsky, el quarterback que inició siete juegos para unos Lions que finalizaron la campaña 2008 sin una sola victoria, recurriera a las redes sociales a sentenciar: “Mi 0-16 vencería a los Jets 16 veces”.
Obviamente, es imposible saber si Orlovsky tiene la razón, pero de la manera en que están jugando los Jets no sería del todo descabellado.
Nueva York tiene la peor ofensiva en puntos y yardas de toda la NFL en este inicio de campaña, por mucho. Han anotado únicamente 37 puntos luego de tres encuentros, han permitido al menos 27 en cada uno de ellos y el producto que mandan al emparrillado cada domingo es uno con muy bajos controles de calidad ante los ojos de cualquiera.
Obviamente, el rendimiento de New York ha desatado los llamados por el despido del coach Adam Gase. La opinión, que podría parecer universal, ha encontrado oposición en el lugar menos esperado: el vestidor de los Jets.
“Realmente creo en este, y los chicos en el vestidor sienten lo mismo: Se no ha puesto en gran posición para tener éxito, para salir a ejecutar un plan de juego que fue armado a la perfección para nosotros”, declaró el quarterback Sam Darnold. “Simplemente se trata de ejecución, eso es todo”.
Esa es la versión optimista de un quarterback que se ha rezagado al fondo en cuestiones de desarrollo dentro de sus compañeros de generación—que incluye a Josh Allen, Baker Mayfield y Lamar Jackson. Pero tampoco es que Darnold esté del todo equivocado.
En la derrota del domingo en Indianápolis, Darnold lanzó tres intercepciones: Dos que fueron devueltas a las diagonales y una más en la zona roja rival, esos son 21 puntos perdidos de los Jets en un revés de 36-7 y un aspecto en el que Gase no tuvo nada que ver.
Eso no disipa, de ninguna forma, las críticas contra el entrenador y Gase lo sabe. No hay nada que pueda hacer para acallarlas.
“Hare lo que hago siempre. Venir a trabajar e intentar arreglar las cosas”, declaró. “Es algo en lo que no puedo preocuparme. Debo enfocarme en solucionar las cosas”.
Gase y los Jets no tienen mucho tiempo, el jueves reciben a los Broncos en un duelo entre dos equipos que siguen sin conocer la victoria y un nuevo revés, particularmente otro contundente, no hará nada por silenciar a los detractores de un head coach que tiene marca de 7-12 al frente de los Jets y que bien pudo haber rescatado su trabajo con un cierre de 6-2 la temporada pasada.
“Sí, no quieres salir a que te pateen el trasero. Es frustrante”, declaró. “Estoy frustrado por nuestros muchachos”.