Minkah Fitzpatrick apunta a los grandes de su posición
El safety de Pittsburgh quiere que su nombre aparezca junto al de Ed Reed y Troy Polamalu.
Hay jugadores que, sin problema alguno, pueden hacer la transición de safety libre a safety fuerte o cornerback y generalmente hacen el trabajo. Cumplen a grandes rasgos. Minkah Fitzpatrick pudo ser uno de ellos.
Pero eso no era suficiente para él.
No fue seleccionado dos veces All American ni ganó los premios Jim Thorpe y Chuck Bednarik con Alabama, ni tampoco se convirtió en la 11ra selección del draft de 2018 para ser un jugador cumplidor. Fitzpatrick quería ser leyenda. Y él, mejor que nadie, sabía que el camino a la inmortalidad es por la ruta de la especialización, no de la versatilidad.
“No me gusta decir eso, sólo por decirlo. Decir ‘Oh, puedo ser uno de los mejores’”, comentó en una amplia entrevista con Bleacher Report. “Creo que me preparo y entreno y trabajo porque quiero ser uno de los mejores entre los mejores. Uno de los mejores en haber jugado. Quiero que se me compare con los Ed Reed y los Polamalu y los Brian Dawkins. Ese es el estándar para el que trabajo y el estándar que me fijo a mí mismo.
“Y ahora que lo digo en voz alta, voy a tener que trabajar todavía más”, subrayó.
Fitzpatrick no es un hombre de muchas palabras, no en redes sociales al menos. Él prefiere las acciones. Pero cuando una diferencia opiniones sobre sus capacidades puso en entredicho su plan de carrera, tuvo que alzar la voz.
Fue por eso que, apenas luego de un año, forzó su salida de los Miami Dolphins, donde el coach Brian Flores quería convertirlo en un híbrido de safety/linebacker/cornerback. ¿Fitzpatrick tenía el talento y las condiciones físicas para hacerlo? Sin duda. ¿Era lo que quería o como veía el resto de su carrera? Ni por un segundo.
“Tuvimos una diferencia de opiniones sobre mis habilidades y lo que él pensó que yo podía hacer y lo que yo pensaba que podía hacer”, comentó sobre las discusiones con Flores que eventualmente significaron su salida de Miami a Pittsburgh, donde se convirtió en All-Pro. “Iba a ser difícil para mi demostrar algo que alguien más elegía no ver. No me dieron la oportunidad de mostrarlo, a pesar de que había cintas que lo demostraban. ¿Las derrotas y todo eso? Si me hubieran puesto en la posición correcta y perdíamos -- por decisiones de las personas en la gerencia -- no hay nada que hacer. Sólo puedo controlar la manera en que yo juego. Eso no me afectó en lo absoluto.
“Sólo fue el hecho de que me estaban utilizando mal. Y hubo una diferencia de opiniones con el head coach”, puntualizó.
Ahora que finalmente está en la posición que mejor se encaja a sus habilidades, no solo físicas sino mentales, Fitzpatrick ha dado destellos de esa grandeza a la que aspira, destellos que ha mostrado desde hace tiempo.
“Puede ser tan buen jugador como cualquiera que haya jugado la posición”, dijo Nick Saban, con quien ganó dos títulos nacionales en Alabama.