MLB transmitirá documental de Ken Griffey Jr. el Día del Padre
MLB Network transmitirá el domingo un documental de 69 minutos sobre la carrera de Griffey Jr dentro y fuera de los diamantes de la Gran Carpa.
Durante la década de los noventa y los años 2000, Ken Griffey Jr. fue una de las figuras cuyas acciones en los parques de pelota acaparaban todas las cámaras. Corría, bateaba y patrullaba los jardines con un estilo propio y digno de imitarse por sus seguidores de todas las edades. Pero ser un icono jamás estuvo entre sus preocupaciones, recuerda, simplemente quería disfrutar su paso por el baseball.
Este domingo por la noche, con motivo del Día del Padre, MLB Network transmitirá el documental “Junior”, largometraje de 69 minutos narrado por el actor Sterling K. Brown, que se enfoca en la carrera de Griffey, particularmente en el ascenso a convertirse en la cara de la Gran Carpa, con entrevistas al pelotero y a otras figuras relevantes del gremio deportivo y del mundo del entretenimiento. Entre ellas, se aparecerán Lou Piniella, Edgar Martínez, Joey Cora, Jay Buhner y LeBron James, quien a pesar de no jugar baseball llegó a la NBA como un joven prodigio, tal como ocurrió con 'The Kid'.
“No quería ser la cara del baseball”, reveló Griffey a su excompañero Frank Rodríguez durante una entrevista por Instagram, según Nick Diente, de Forbes. “Entiendo lo que sucede cuando lo eres, por el nivel de mi talento, pero no me metí en el baseball pensando que mi objetivo era ser esa clase de persona. Mi meta era jugar tan bien como pudiera, tratar de ganar tantos encuentros [como fuera posible], y crear amistades”, señaló el exligamayorista.
Griffey se dijo privilegiado de haber permanecido tanto tiempo a un alto nivel para competir en la Gran Carpa, pero que también había algo más que su durabilidad en la MLB: “Fui afortunado de jugar por 22 años. No mucha gente ha tenido esa fortuna, pero nuestras amistades duran de 50 a 60 años después de que nos retiramos", relató.
Griffey creció en el ambiente del baseball gracias a su padre, quien jugó 19 años en las mayores. Por tanto, desde pequeño vio cómo lo hacían los mejores y supo que tenía lo necesario para jugar en la MLB.
“Supe desde que tenía 14 años que podría jugar defensivamente en las Ligas Mayores”, añadió. “Practicaba elevados en Fort Lauderdale cuando mi papá jugaba para los Yankees (1982-1986). Podía corre por los elevados. Simplemente estaba aprendiendo y madurando cuando tenía entre 17 y 18 años. Fue un trabajo progresivo, del bate de aluminio al de madera, así que me tomó 450 turnos al bate acostumbrarme”, contó.
Compartió vestidor con su padre
El integrante del Salón de la Fama llegó a las Mayores en 1989 a Seattle Mariners, donde resultó una sensación y terminó como el tercero en la carrera por el Novato del Año. Un año más tarde, Griffey perteneció al mismo vestidor que su padre a quien traspasaron desde Cincinnati Reds a la novena de Washington, donde jugó un total de 51 partidos (1990-1991) hasta su retiro.
Su conexión con su padre la expuso al llegar a Cooperstown: "En retrospectiva, tuve la oportunidad de hacer cosas que jamás me contaron. Pude jugar con mi papá, gritarle y decirle que conectara un hit. Y en el baseball, hay ciertas cosas que de llamarle a alguien un fosil, barba gris, abuelo, papá, pa, pero tuve la oportunidad de expresarlo verdaderamente", presumió.
Su amor por el baseball fue alimentada por su padre. Allí compartieron varios momentos y el documental, explicó Griffey, los imprimirá para la posteridad: “Es algo que hemos estado haciendo los últimos años. Simplemente queríamos externarlo, y siento que al haber bateado mi jonrón 500 el Día del Padre, es el momento perfecto para exhibirlo", explicó.