El Super Bowl LIV, el Super Bowl de Joe Montana
Cuando se habla de los 49ers se habla de Montana, y cuando se habla de los Chiefs, hasta cierto punto, también.
A pocas horas de que los San Francisco 49ers se enfrenten a los Kansas City Chiefs en el Super Bowl de Miami este domingo, la incertidumbre en torno al juego es únicamente comparable con las expectativas.
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Una cosa es cierta, sin embargo. Joe Montana podrá celebrar, gane quien gane.
“Lo escucharon primero de mí. Les garantizo que mi equipo ganará el Super Bowl”, publicó Montana en Twitter poco después de que se conociera a los protagonistas de la edición LIV del juego por el título de la NFL. El mensaje iba acompañado con fotografías de sus jerseys en San Francisco y Kansas City.
Sí, Joe Montana pasó la mayor parte de su carrera en la bahía, transformando el destino de una franquicia gris en un equipo cuatro veces campeón. Sí, Joe Montana se convirtió durante 13 temporadas en el rostro de los 49ers, saltando a la fama tanto por su carisma como por su capacidad de brillar en el momento de apremio.
Sí, Joe Montana les dio a los 49ers cuatro campeonatos de la NFL y San Francisco, a cambio, le dio fama, fortuna dos títulos de MVP y tres reconocimientos como el Más Valioso del Super Bowl. Ah, y una patada en el trasero con dirección a Kansas City.
A pesar de llegar con 37 años a cuestas y enfundarse únicamente el uniforme de los Chiefs durante dos temporadas, el paso de Montana por Kansas City fue todo menos intrascendente. Llevó al equipo a un par de apariciones a playoffs, incluso a la antesala del Super Bowl en su primer año, 1993.
La llegada de Montana a Kansas City fue el parteaguas en la historia de una franquicia acostumbrada a perder y que, a partir de inicios de la década de 1990 comenzó a dar pequeños pasos rumbo a la trascendencia, manteniéndose suficientemente competitivo hasta convertirse en la potencia que es hoy en día.
Y todo por una lesión.
Montana se lesionó el codo durante la pretemporada de 1991, lo que le costó prácticamente las siguientes dos temporadas. Con un suplente de la talla de Steve Young a la espera de una sola oportunidad, los días de “Joe Cool” en el estado dorado estaban contados.
Los Chiefs, que venían de hilvanar tres apariciones en playoffs -todas de entrada por salida-sabían que Montana podía ser la última pieza del rompecabezas, y el 20 de abril de 1993 concretaron uno de los canjes más sonados en la historia de la NFL.
Montana no pudo ganar lo mismo que ganó en los 49ers, pero Kansas City sí logró ganarse un lugar dentro de Montana, al grado que incluso luego de apenas dos temporadas con los Chiefs, el legendario pasador se niega a darles la espalda.
Cuestionado el viernes sobre su pronóstico y si San Francisco tiene ventaja de antigüedad en su corazón, Montana respondió a Yahoo Sports:
“Hay razones para que los dos equipos ganen. En lo que a mí respecta, obviamente tuve una gran carrera en San Francisco pero, como dicen, luego se deshicieron de mi”, declaró. “Kansas City me abrió los brazos, una gran organización, con grandes fanáticos, grandes compañeros y lo han sido por 30 años.
“Hay motivos para apoyarlos, hay motivos para apoyar a los 49ers y yo lo que espero es un empate”.