Belichick pudo darle a Garrett la patada de salida
Tras la derrota en Foxborough, el dueño de los Cowboys explota y critica a sus coaches; quizá, ahora sí, haga el cambio que todos esperan.
“Siento que un juego como este es un testamento de qué tipo de equipo queremos ser y qué tipo de equipo vamos a ser el resto del año”, dijo DeMarcus Lawrence, ala defensiva de los Cowboys, previo al juego ante los Patriots.
La defensiva de Dallas hizo el trabajo y mantuvo a los Cowboys en el juego ante el todopoderoso Bill Belichick en Foxborough, pero la ofensiva y los equipos especiales no estuvieron a la altura.
La expectativa era alta desde la cima de la organización texana, para los jugadores y por ende para muchos aficionados de Dallas, que realmente estaban convencidos que su equipo podía vencer a los Patriots.
Pero New England ganó 13-9, detrás de una de las mejores defensivas de la NFL y de algunos aciertos de sus equipos especiales, como aquella patada de despeje bloqueada al final del primer cuarto, que más tarde Tom Brady convirtió en el único touchdown de una noche lluviosa en el Gillette Stadium.
Dos veces los regresadores de Dallas estuvieron a punto de perder el balón en sendas patadas de kickoff, algo que molestó a Jerry Jones, el dueño y gerente general de los Cowboys.
“Esto es muy frustrante”, dijo Jones. “Es frustrante que te recuerden que algunos de los fundamentos del football y el coacheo fueron los que nos superaron hoy... Por la manera en la que se conformó este equipo, no debería estar tan frustrado”.
Jones se refirió específicamente a los errores en equipos especiales y, sin mencionarlo, responsabilizó al coach Jason Garrett.
“Los equipos especiales son un reflejo total del coacheo”, dijo Jones. “Para mí, los equipos especiales son 100 por ciento del coacheo. Es estrategia. Es tener a los jugadores listos”.
Con las inclemencias, Belichick sabía que los equipos especiales serían clave en el juego del domingo, sobre todo por la dificultad para atrapar los balones en las patadas y por ello decidió que en los kickoffs se pusiera a prueba a los regresadores de Dallas.
“Fuimos realmente agresivos en equipos especiales. Forzamos algunas atrapadas difíciles con sus especialistas, y el despeje bloqueado obviamente fue una gran jugada de posición de campo. Nos permitió jugar con la delantera y eso fue algo bueno”, dijo el coach de los Patriots, que ahora tienen 17 temporadas consecutivas con al menos 10 triunfos, un nuevo récord de la NFL.
“Los equipos especiales no son más que coacheo. Los equipos especiales son esfuerzo. Los equipos especiales son inteligencia”, agregó Jones.
La ofensiva de Dallas, que llegó al juego como la mejor de la liga con 444.6 yardas por juego y efectividad de 50.2% en tercer down, terminó con 308 yardas y 15% (2-13) en tercer down.
De hecho, fue el primer juego de la campaña que los Cowboys no anotan un touchdown.
Dak Prescott nunca estuvo cómodo en el juego, y no sólo por la defensa de los Patriots, sino por el clima. En la segunda mitad usó guantes, pero apenas completó 57.6% de sus envíos (lo más bajo en la campaña), para 212 yardas (también) y fue interceptado por Stephon Gilmore, quien dejó en blanco a Amari Cooper, el receptor más peligroso de Dallas.
EL POLÉMICO “TRIPPING”
A dos minutos del final del partido, cuando los Cowboys trataban de montar la serie ofensiva ganadora, Prescott conectó con Ezekiel Elliott un pase corto para darle primero y 10 a Dallas. Pero el centro Travis Frederick fue castigado por “tropezar” (tripping) a un liniero defensivo de New England y la fala les costó 10 yardas.
Dos jugadas después, en cuarta y 11, Cooper no pudo quedarse con una recepción de 20 yardas (el balón pegó en el césped) y el juego se había terminado.
Fue el segundo tripping que le marcaron a la línea ofensiva de Dallas en el juego, un castigo que rara vez es penalizado en la NFL.
Rex Ryan, un viejo conocido de Belichick, explica por qué los oficiales castigaron a Dallas dos veces con ese raro procedimiento.
“Esas llamadas se hicieron porque en la semana, te lo puedo asegurar, Belichick envió evidencia en video a Al Riveron [Vicepresidente senior de los oficiales] y le dijo ‘mira, esto es lo que hacen; cuando pongamos presión por el centro, estén atentos a esto’”, explicó Ryan en ESPN.
Y luego, dice Ryan, en la junta con los coaches antes del juego, Belichick les recordó a los árbitros que observaran esa presión y si los linieros ofensivos de los Cowboys cometían el tripping.
Ryan fue coach de los Jets durante seis años (2009-14) y conoce a Belichick a la perfección.
Los Cowboys están 6-5 y cuatro de esas derrotas han sido ante equipos con marca ganadora; aún son líderes de la División Este de la NFC, pero Philadelphia (5-6) no está lejos y los Eagles tienen un calendario mucho más cómodo para cerrar la campaña, con dos juegos ante los Giants, Miami, Washington y el pendiente ante Dallas, el 22 de diciembre.
Los Cowboys reciben a Buffalo (8-3) el jueves y luego tienen juegos en Chicago, contra Los Angeles Rams, en Philadelphia y Washington.
Podrían ser los últimos cinco juegos de Jason Garrett como coach en Dallas.
Eso si Jerry Jones realmente está tan frustrado como dice.