Lamar Jackson mancha el registro de los Patriots
Baltimore le propina el primer revés de la campaña a New England de la mano de su dinámico pasador y una oportuna defensiva.
Lamar Jackson recorrió con ridícula facilidad las últimas tres yardas para abrir el marcador la noche del domingo en Baltimore. El show apenas comenzaba.
Seis días después de que Bill Belichick se refiriera a Jackson como un “problema”, el dinámico pasador de Baltimore demostró que el coach de los Patriots suele estar en lo correcto. Jackson lanzó un pase de touchdown, corrió para otras dos anotaciones y la defensiva de Baltimore tuvo dos cruciales robos de balón para encaminar a los Ravens a un contundente triunfo 37-20 sobre un equipo de New England que sufrió su revés de la campaña.
Las primeras 11 jugadas fueron todo el augurio que requirió New England para saber que tendrían las manos llenas.
Los Patriots, que llegaron al juego como la mejor defensiva de la NFL, fueron arrastrados por todo el campo en una serie inaugural de 75 yardas ─que ellos mismos ayudaron a prolongar con un castigo en cuarto down desde la yarda 3─ y Jackson concluyó la serie con una visita a la zona prometida en la que se tomó su tiempo para festejar, bailar y adornarse antes de cruzar el plano y mover el marcador.
Proféticas palabras de Belichick: Un problema.
El problema solo se complicó después de tres series ofensivas en las que Baltimore se colocó con ventaja de 17-0 en la que superaban a New England 204-4 en yardas totales. No fue hasta que un error de los Ravens le abrió las puertas del partido a los Patriots, cuando Cyrus Jones pifió la devolución de despeje y cuatro jugadas después Tom Brady encontró a Mohamed Sanu para un touchdown de cuatro yardas.
Brady finalizó la jornada con 30 completos de 46 intentos para 285 yardas y un pase touchdown en medio de una incesante presión de unos Ravens que no iban a permitir que su defensiva echara por la borda lo que tanto le costó a Jackson construir.
Dos pérdidas de balón en la primera mitad abrieron la puerta para que Patriots recortara el déficit al descanso a 17-13. Pero cuando New England amenazaba con tomar las riendas del encuentro, un par de sus manos más confiables le dieron la espalda.
En la primera serie de la segunda mitad, Marlon Humprey recuperó un inusual fumble de Julian Edelman y lo devolvió sin mayor complicación 70 yardas para un touchdown que le dio mayor respiro a una ofensiva de Baltimore aletargada tras su explosivo inicio. Fue un amargo trago de realidad para unos Patriots que llegaron al juego con cuatro touchdowns defensivos. Ahora estuvieron del lado equivocado de la ecuación.
Desde entonces, cada vez que Patriots amenazó con reducir el déficit, Jackson encontró la manera de responder. James White anotó desde una yarda y Jackson se combinó con Nick Boyle para restaurar la ventaja. La puntilla llegó con una desgarradora ofensiva de 14 jugadas que consumió más de 9 minutos y hasta el último gramo de esperanza de Nueva Inglaterra, y que culminó con Jackson ingresando a la zona final.
Jackson fue juez y verdugo y la sentencia fue irrevocable.