Lo bueno, lo malo y lo feo de la semana 4 de la NFL
Los Dolphins tienen seria competencia en la discusión del peor equipo de la liga cortesía de la ineptitud de Washington en todos los aspectos del juego.
Lo bueno
¿Qué pasa cuando un objeto imparable choca contra una fuerza inmovible? Los Chicago Bears resolvieron el domingo la paradoja con una exhibición dominante y una clara señal de optimismo, que únicamente se vio manchada por la lesión del quarterback Mitchell Trubisky y un touchdown de Minnesota en tiempo basura.
Sí, la defensiva de los Bears es todo lo que se nos prometió y, aunque parezca difícil, tal vez un poco más.
Dalvin Cook y los Vikings llegaron el domingo a Soldier Field con la segunda mejor ofensiva terrestre de la NFL y el running back de tercer año venía montado en una racha de tres juegos en fila con al menos 110 yardas por tierra y una anotación para iniciar la campaña. Esa racha terminó en Chicago. De fea forma.
Khalil Mack y compañía llegaron determinados a frenar a Cook y poner el juego en el inestable brazo de Kirk Cousins y fue precisamente lo que hicieron. Limitaron a Minnesota a 40 yardas totales por tierra, 35 de ellas de Cook y obligaron a Cousins a ir al aire 36 veces y justo en las manos del plan de juego de Matt Nagy.
Nick Williams sumó dos sacks, mientras que Mack y Roy Robertson-Harris aportaron 1.5 cada uno y Cousins estuvo bajo presión durante una velada en la que fue capturado seis veces, soltó dos balones y perdió uno. Todo esto cortesía de una defensiva que no contó con el estelar defensive end Akiem Nicks.
En cuatro juegos esta campaña, los Bears han permitido poco más de 11 puntos por encuentro, suficiente ayuda para darle incluso a la más inepta de las ofensivas, una buena oportunidad de ganar el partido. No han admitido más de 100 yardas terrestres desde la semana 13 de la campaña anterior, incluyendo un juego de playoffs, mismo periodo en el que no han concedido más de 17 puntos.
Lo malo
A los Miami Dolphins no les será sencillo asegurar su codiciada primera selección global en el Draft del próximo año. No de la manera en que los Washington Redskins están jugando.
La situación laboral del coach Jay Gruden está en un grave predicamento después de un nuevo despliegue de ineptitud que tiene a los Redskins con marca de 0-4 y una defensiva que cada semana fabrica estrellas en el ataque rival.
En esta ocasión fue el turno del novato Daniel Jones, quien puso su registro como titular en esta liga en 2-0 luego de completar 23 de 31 para 225 yardas con un touchdown y dos intercepciones. No son números impresionantes, pero sin duda fueron mucho mejores que los del debutante Dwayne Haskins, al que muchos “expertos” consideraban que debía ser el quarterback que seleccionaran los Giants.
En su primera acción en la NFL Haskins apenas completó nueve de 17 envíos para 107 yardas y tres intercepciones. Si el novato de Ohio State tomó el campo es solo porque el titular Case Keenum fue, increíblemente, todavía peor. Keenum completó 6 de 11 para 37 yardas y una intercepción. Lo único ofensivo que han mostrado los Redskins este año es su nivel de juego.
Gruden tenía que preparar a sus Redskins para enfrentar a un quarterback novato y a unos Giants que no contaban con su estrella, el running back Saquon Barkley. De cualquier forma no pudieron detener a Nueva York. Los Giants sumaron 389 yardas totales, 164 de ellas por la vía terrestre. ¿Ya mencionamos que no estaba Barkley? En lo que va de la campaña han admitido al menos 380 yardas en tres de cuatro partidos.
La ofensiva fue aún más lamentable y sin ningún problema se habría ido en blanco de no ser por un gol de campo de 21 yardas después de la única serie de más de siete jugadas que tuvieron en toda la tarde.
Lo feo
Se necesita de un particular nivel de miseria para anotar 40 puntos en esta liga y volver a casa con las manos vacías. Damas y caballeros, Jared Goff.
El quarterback de los 100 millones de dólares también es prácticamente el único responsable de una de las mayores sorpresas de la temporada, al encaminar a los Tampa Bay Buccaneers a una contundente victoria de visita 55-40. Lástima que él juega para los Rams.
Goff lanzó tres intercepciones y soltó un balón el domingo ante los Bucs. Tampa Bay capitalizó cada uno de esos regalos con un viaje a la zona prometida, incluyendo el fumble que Ndamukong Suh devolvió 37 yardas para touchdown a 1:06 del final y cuando los Rams aún estaban en posición de intentar la remontada abajo en el marcador 48-40.
En lo que va de la campaña, Goff tiene seis touchdowns y seis intercepciones en uno de los equipos más talentosos de la NFL. Y aunque los Rams apenas sufrieron su primera derrota de la campaña, es evidente que algo no está bien con su quarterback franquicia. Los problemas no son del todo nuevos.
Goff no ha superado los 83 puntos de rating en nueve de sus últimos 13 juegos, incluyendo tres de cuatro esta campaña y los tres de la postemporada anterior. En ese lapso acumula 13 pases de touchdown y 14 intercepciones. La buena noticia para los Rams es que han ganado 8 encuentros en ese periodo. La mala es que probablemente deberían ser más.